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Guardia Nacional y agentes migratorios se enfrentan a migrantes en Chiapas

Guardia Nacional y agentes migratorios

Una caravana de cientos de migrantes haitianos, cubanos, centroamericanos y sudamericanos se enfrentó el sábado con miembros de la Guardia Nacional (GN) y agentes migratorios tras salir a pie de Tapachula, Chiapas.

La GN y los agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) recurrieron al uso de la fuerza para detener el avance de unos 600 migrantes que salieron de Tapachula después de protagonizar protestas durante varias semanas para exigir la extradición de sus casos de asilo.

Las imágenes de vídeo mostraban forcejeos entre las autoridades y los migrantes. Un vídeo publicado en las redes sociales mostraba a un agente del INM dando patadas e intentando pisar la cabeza de un migrante que había sido abordado en el suelo y golpeado por otro agente.

Decenas de hombres y mujeres migrantes, algunos de los cuales iban acompañados de niños, fueron detenidos y llevados a un centro de detención en Tapachula, mientras que otros huyeron.

Los enfrentamientos se produjeron a unos 15 kilómetros al sur de Huixtla, una localidad situada a unos 40 kilómetros al norte de Tapachula, donde han llegado recientemente miles de haitianos. El presidente López Obrador se dirigía a Tapachula cuando se produjo el enfrentamiento, y las acciones de las autoridades parecían estar motivadas, al menos en parte, por el deseo de evitar un encuentro entre el jefe de Estado y la caravana de migrantes.

En medio de la conmoción, una niña haitiana resultó herida por una piedra que la golpeó en la cabeza, informó el periódico El Universal. Algunos de los migrantes habían estado lanzando piedras a las tropas de la GN y a los agentes del INM en un esfuerzo por liberar a los que habían sido detenidos.

Cientos de migrantes que evitaron la detención atravesaron un control militar el sábado por la noche y continuaron su viaje hacia el norte.

La mayoría de los migrantes están desesperados por salir de Tapachula, donde tienen pocas o ninguna opción de empleo y se ven obligados a pasar largos períodos viviendo en albergues, hoteles baratos o en la calle mientras esperan que las autoridades evalúen sus solicitudes de asilo. Debido a la gran demanda, la Comisión Mexicana de Ayuda a los Refugiados (Comar) tarda hasta un año en evaluar esas solicitudes, lo que deja a muchos solicitantes de asilo varados de hecho en Tapachula, un centro de migrantes debido a su ubicación justo al norte de la frontera con Guatemala.

Se supone que la Comar debe tramitar las solicitudes en un plazo de tres meses, pero los recortes presupuestarios y de personal en medio de la oleada de inmigrantes lo han hecho casi imposible.

Lo importante no es cruzar la frontera [hacia Estados Unidos], sino salir de Tapachula para buscar trabajo en otro lugar, dijo una mujer haitiana al diario El País.

No hay trabajo en Chiapas, … no hay manera de vivir [con dignidad], la gente nos trata como animales. Somos refugiados, lo que buscamos es … poder comer.

Fue esa clase de desesperación la que indujo a cientos de migrantes a huir de la ciudad a pie el sábado, sabiendo perfectamente que era improbable que un gobierno que ha tratado de apaciguar a Estados Unidos reprimiendo la migración irregular les diera paso libre.

El INM condenó el domingo la actuación de sus agentes contra los inmigrantes y dijo que había remitido el asunto a su órgano de control interno. La conducta de los agentes fue inapropiada y violó los protocolos y políticas de respeto que promueve el instituto, dijo en un comunicado.

… Un migrante comenzó a golpear a un agente federal de migración y, en consecuencia, dos elementos acudieron a auxiliarlo, asumiendo… una conducta inapropiada en su intervención, agregó el INM.

El COMDHSM, un colectivo de unas 200 organizaciones de derechos humanos, también condenó el uso de la fuerza por parte de las autoridades, calificando su conducta de excesiva e injustificada.

Los migrantes fueron agredidos, sometidos y golpeados con escudos y garrotes, dijo, y añadió que agentes del INM vestidos de civil incitaron a la violencia.

López Obrador dijo el domingo que el gobierno federal seguirá conteniendo el flujo de migrantes hacia el norte -hay miles de miembros de las fuerzas de seguridad federales desplegados en la región fronteriza del sur- antes de añadir que las autoridades también tienen la responsabilidad de ayudarlos y buscar una solución a los problemas que enfrentan.

Estados Unidos tiene que dar becas y permitir visas temporales de trabajo para los centroamericanos, dijo en un evento en Chiapas.

Esto no les afecta en absoluto porque se necesita mano de obra en Estados Unidos y en Canadá. No tienen [suficiente] mano de obra y tienen una población mayor. ¿Cómo va a crecer [Estados Unidos] si no hay mano de obra?.

López Obrador dijo a principios de este año que Estados Unidos debería expedir visados temporales a los centroamericanos que trabajaran en una versión ampliada de un plan de empleo para la plantación de árboles llamado Sembrando Vida. Pero Estados Unidos mostró poco interés en la propuesta.

La llegada del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a la Casa Blanca, junto con la inseguridad y la pobreza constantes en Centroamérica, han contribuido a un aumento de la migración a Estados Unidos este año. En julio, las autoridades estadounidenses detuvieron a más de 212.000 solicitantes de asilo tras cruzar ilegalmente la frontera.

Biden ha tratado de dar marcha atrás a algunas de las políticas de inmigración más duras de su predecesor, pero el Tribunal Supremo de Estados Unidos confirmó la semana pasada una sentencia de un tribunal inferior que ordenaba al gobierno estadounidense restablecer la llamada política de permanencia en México, que obliga a los inmigrantes a permanecer aquí mientras esperan el resultado de sus solicitudes de asilo.

Un estudio reciente de la organización de derechos humanos Human Rights First concluyó que el gobierno de Estados Unidos está poniendo a los solicitantes de asilo en grave peligro al expulsarlos del país, mientras que el gobierno de Biden habría instado a México a desalojar los campamentos improvisados de migrantes en las ciudades fronterizas del norte, donde suelen ir a parar los solicitantes de asilo expulsados.

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