Naciones Unidas ha reprendido al gobierno de Estados Unidos por deportar a los inmigrantes con el pretexto de la legislación Covid-19 -la orden del Título 42- que permite la expulsión rápida de los que llegan a la frontera.
El gobierno de Biden ha estado enviando a los migrantes centroamericanos por avión al sur de México después de negarles el acceso a la revisión de la protección y a los procedimientos de asilo de Estados Unidos, un principio del derecho internacional de los refugiados, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
La orden del Título 42 fue introducida por la administración Trump, pero se ha continuado desde que Joe Biden asumió el cargo en enero.
La ONU ha advertido que la práctica pondrá a prueba la ya sobrecargada capacidad de respuesta humanitaria en el sur de México y el norte de Guatemala, y podría aumentar el riesgo de propagación del Covid-19 en las fronteras en un momento en el que México está experimentando una tercera ola de la pandemia.
Tanto Estados Unidos como México han experimentado una llegada de migrantes sin precedentes en los últimos meses. Estados Unidos ha registrado 1,2 millones de detenciones de migrantes ilegales desde el pasado mes de octubre, mientras que México lo hizo en los primeros siete meses de 2021, cuando recibió un récord de 64.378 solicitudes de asilo, según la Comar, la agencia mexicana para los refugiados.
El representante del ACNUR en Estados Unidos y el Caribe, Matthew Reynolds, expresó su preocupación. Estos vuelos de expulsión de no mexicanos hacia el interior profundo de México constituyen una nueva y preocupante dimensión en la aplicación de la Covid relacionada con la salud pública, dijo.
Añadió que la estrategia contravenía el derecho internacional y los principios humanitarios de la Convención sobre los Refugiados de 1951. Todos los gobiernos tienen la obligación de defender estas leyes y principios en todo momento, dijo.
Reynolds añadió que los riesgos asociados al Covid-19 no son un obstáculo para el funcionamiento de un sistema eficaz y seguro de tramitación de inmigrantes. Incluso allí donde el Covid-19 ha surgido en ocasiones, muchos países han puesto en marcha protocolos eficaces, como exámenes sanitarios sistemáticos, pruebas y medidas de cuarentena que han protegido simultáneamente y con éxito tanto la salud pública como el derecho humano a solicitar asilo, afirmó.
En México, un colectivo de grupos de defensa de los migrantes condenó lo que llamaron un nuevo acuerdo entre México y Estados Unidos e insistió en que el gobierno cumpla con su obligación de garantizar el derecho a solicitar asilo.
El colectivo dijo que el primer vuelo de expulsión partió de McAllen, Texas, el lunes hacia Tapachula, Chiapas, donde sus pasajeros fueron trasladados a través de la frontera hacia Talismán, Guatemala, por agentes de inmigración y guardias nacionales.
Estados Unidos y México han emprendido esta semana un intenso diálogo bilateral sobre la cuestión de los migrantes. El lunes, el presidente habló por teléfono con la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, y el martes se reunieron delegaciones de los dos países, en las que se habló de migración y cooperación en Centroamérica. Posteriormente, el presidente anunció que el presidente Biden será invitado a México a finales de septiembre.
Sin embargo, la retórica de Estados Unidos sobre la migración ha dejado poco espacio para el diálogo. Durante una visita a Guatemala en junio para abordar las causas de la migración, Harris se dirigió a los posibles migrantes con un simple mensaje: No vengan.