Con un número sin precedentes de migrantes centroamericanos que ingresan al país y buscan asilo, México necesita fortalecer su programa de asistencia a los refugiados, dice el Alto Comisionado Adjunto de la ONU para los Refugiados.
Kelly Clements ha completado una gira por las zonas fronterizas del norte y del sur para evaluar un programa piloto de la ONU que pretende reasentar a los refugiados que, de otro modo, podrían solicitar asilo en Estados Unidos.
En una entrevista con el periódico Milenio, Clements dijo que era testigo de un flujo constante de solicitantes de asilo en la frontera sur, lo que llevó a la Agencia de la ONU para los Refugiados a abrir un diálogo permanente con el gobierno mexicano para explorar cómo la comunidad internacional puede ayudar al país a adaptarse al reto de ser un país de destino para los solicitantes de asilo.
Creo que si ampliamos la capacidad de procesar las solicitudes de asilo en México, evitaremos que las personas emprendan viajes desesperados y arriesgados hacia la frontera norte, dijo Clements. Pueden ser recibidos en Tapachula, Tenosique o Ciudad de México. Es un proyecto a largo plazo, pero es urgente.
México va camino de recibir un número récord de solicitudes de asilo este año, dadas las cifras registradas hasta ahora. La agencia mexicana para los refugiados, Comar, estima que el total para 2021 podría llegar a 90.000, muy por encima del récord de 70.000 recibidas en 2019.
Y eso se suma al medio millón de personas calificadas como refugiadas que ya están en México, según la Secretaría de Gobernación.
Clements dijo que la ONU y el gobierno mexicano están estudiando la forma de abordar los problemas en Guatemala, Honduras y El Salvador que llevan a la gente a huir, buscando ayudar a los países a resolver sus crisis internas.
Esto requerirá un esfuerzo monumental y coordinado con la cooperación internacional y el apoyo de México, dijo Clements.
En la frontera norte, la ONU está estudiando cómo hacer frente a las consecuencias del programa de Estados Unidos Permanecer en México, que dio lugar a la creación de campamentos donde los refugiados viven en condiciones deficientes.
México se encuentra en una posición complicada entre Estados Unidos y los países del sur, dijo Clements. Es una posición difícil y hemos trabajado estrechamente con el gobierno de Estados Unidos en sus expectativas y en la reconstrucción de su sistema de asilo, que fue dañado en los últimos años.