La policía municipal fue desarmada el lunes en Playa Vicente, Veracruz, donde la policía estatal se hizo cargo.
Los 43 funcionarios, incluido su jefe, han sido enviados a Xalapa, la capital del estado, para ser evaluados después de que salieran a la luz acusaciones de intimidación de votantes relacionadas con las elecciones del 6 de junio.
La fuerza fue tomada por sorpresa por una operación aérea y terrestre realizada por el ejército, la Guardia Nacional y la policía estatal.
La semana pasada estallaron protestas en la comunidad de Nuevo Ixcatlán contra el alcalde Gabriel López Álvarez y la síndico Yamilet López López.
Los manifestantes los acusaron de recorrer la comunidad en vehículos civiles para intimidar a los residentes e intentar obligarlos a votar por el actual Partido de Acción Nacional (PAN).
El alcalde Álvarez dijo estar en desacuerdo con que se desarmara a los agentes. Se les ha tratado como si fueran delincuentes, habrá gente que, dado el escenario y el proceso [electoral], obtendrá algún placer de esto. Sin embargo, esto no sólo es una afrenta a la policía municipal y al alcalde, sino también a la institución del gobierno municipal y a los ciudadanos, dijo.
Quiero pedir al gobierno estatal, al gobierno federal y al ministro de seguridad pública que revisen cuidadosamente la verdad de la situación en Playa Vicente. Los que vivimos aquí sabemos quiénes son las personas buenas y quiénes son las dañinas. Hoy, parece que se escucha más a los que son dañinos para la sociedad. Espero que nuestros agentes vuelvan esta semana, añadió.
Playa Vicente ha sido escenario de sucesos violentos en los últimos años, como multihomicidios, desapariciones y descubrimiento de fosas clandestinas, y las próximas elecciones están siendo muy disputadas.
Este año la policía estatal ha intervenido siete policías municipales en Veracruz, tomando el control total de cuatro.