La esperanza de vida de los mexicanos se redujo hasta en un año entre 2005 y 2010 debido a la violencia generada por los grupos del crimen organizado, según un nuevo informe del gobierno.
Citando un artículo de una revista sobre el impacto de la violencia en la esperanza de vida, la Secretaría de Seguridad federal (SSPC) dijo que la cantidad de tiempo que una persona puede esperar vivir disminuyó entre seis meses y un año en varios estados en el período de cinco años, que coincide con los primeros años de la militarizada guerra contra las drogas lanzada por el ex presidente Felipe Calderón a finales de 2006.
Los estados donde disminuyó la esperanza de vida de los ciudadanos fueron Chihuahua, Sinaloa, Durango, Nayarit, Michoacán, Tlaxcala, Guerrero y Morelos. La reducción de la esperanza de vida en los demás estados fue de entre uno y cinco meses.
Las cifras de homicidios registradas en los últimos años son incluso superiores a las del periodo 2005-2010, lo que significa que el impacto de la violencia en la esperanza de vida de los mexicanos es ahora aún mayor. Sin embargo, el informe de la SSPC no incluyó datos para el periodo posterior a 2010.
La esperanza de vida en México era de 75 años en 2019, según el Banco Mundial.
Titulado Violencia vinculada a las armas de fuego, el informe también citaba datos que mostraban que el 40% de los mexicanos adultos que respondieron a una encuesta sobre seguridad a finales del año pasado informaron de que veían con frecuencia tiroteos o escuchaban disparos.
Esa cifra se elevó al 82,7% entre los residentes de Fresnillo, Zacatecas -un municipio superado por el crimen organizado, según el alcalde-, al 75,4% entre la gente que vive en el extenso barrio de Iztapalapa, en Ciudad de México, y al 75,3% entre los habitantes de Chimalhuacán, en el Estado de México.
Otras ciudades en las que más del 60% de los encuestados en la 29ª Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana del organismo nacional de estadística declararon haber visto tiroteos o escuchado disparos con frecuencia fueron Ecatepec, estado de México; Tijuana, Baja California; Reynosa, Tamaulipas; Naucalpan, estado de México; Cuernavaca, Morelos; y Nuevo Laredo, Tamaulipas.
El informe del SSPC también incluía datos que mostraban que el porcentaje de homicidios cometidos con armas de fuego ha aumentado del 15% en 1997 a casi el 70% en 2020 y el primer trimestre de 2021.