La esposa del condenado narcotraficante y ex jefe del Cártel de Sinaloa, Joaquín El Chapo Guzmán, se declaró este jueves culpable ante un tribunal de Estados Unidos de los cargos de narcotráfico y delitos financieros.
Emma Coronel Aispuro, de 31 años y con doble nacionalidad mexicana y estadounidense, nacida en California, podría enfrentarse a la cadena perpetua sólo por el cargo de tráfico.
Coronel, que fue detenido en febrero, compareció el jueves por la mañana ante un tribunal federal de Washington D.C. y se declaró culpable de tres cargos de conspiración para distribuir heroína, cocaína, marihuana y metanfetaminas; de conspiración para blanquear dinero y de colaboración con el cártel de Sinaloa en operaciones financieras ilegales.
Un fiscal dijo en el tribunal que había pruebas de que ella controlaba propiedades de Guzmán en Estados Unidos y cobraba el alquiler de las mismas, violando la Ley de Cabecillas de Estados Unidos, que persigue, a nivel mundial, a importantes narcotraficantes extranjeros, sus organizaciones y sus operativos.
Como parte de un acuerdo de culpabilidad, Coronel también confesó haber conspirado para ayudar a la fuga de Guzmán del penal de máxima seguridad del Altiplano, en el estado de México, en 2015.
La madre de las hijas gemelas de El Chapo podría ser condenada a cadena perpetua por el cargo de distribución de drogas. Los cargos de blanqueo conllevan una pena máxima de 20 años, mientras que el delito de acuerdos financieros se castiga con hasta 10 años de prisión.
La ex reina de la belleza también podría ser condenada a pagar multas por un total de 10,7 millones de dólares.
Coronel, que compareció ante el juez de distrito Rudolph Contreras vestida con un mono verde y una máscara blanca, dijo que entendía los cargos que se le imputaban y las posibles consecuencias de su declaración de culpabilidad.
Todo está claro, dijo al juez, que fijó como fecha provisional para la sentencia el 15 de septiembre.
Guzmán, que se casó con Coronel en 2007, fue condenado a cadena perpetua por cargos de tráfico en julio de 2019 después de un juicio de 11 semanas durante el cual los jurados escucharon a 56 testigos, incluidos muchos ex socios que ofrecieron una visión sin precedentes del funcionamiento interno del Cártel de Sinaloa. Ahora está encarcelado en la prisión federal Supermax de Florence, Colorado.