Por primera vez, México tendrá una boxeadora entre los integrantes de su equipo olímpico en los Juegos de Tokio 2020 que se celebrarán en julio y agosto próximos.
La mexicana Esmeralda Falcón representará a su país en la división de peso ligero femenino (57-60 kilos) de la competición de boxeo de los Juegos Olímpicos de Verano, que comenzarán en la capital japonesa el 23 de julio, un año después de lo previsto originalmente debido a la pandemia de coronavirus.
La trayectoria de esta joven de 25 años, de colegiala a atleta de élite, se remonta a la sala de estar de su casa de la infancia en Santiago Tulyehualco, un pueblo del sur de la ciudad de México, Xohchimilco. Fue allí donde su padre ponía películas de Bruce Lee para que sus hijos las vieran, y sin quererlo puso a su hija en el camino de la gloria deportiva.
… Desde niña quería ser como Bruce Lee, saltar como Bruce Lee, defender y atacar como Bruce Lee, dijo Falcón al diario Milenio.
Para emular a Lee, Falcón quería aprender artes marciales chinas, o kung fu, pero en su búsqueda de un gimnasio, primero encontró uno donde el boxeo era el deporte de moda. Y decidió quedarse.
Me llamó la atención que casi no hubiera mujeres. Todo el material [de formación] era para hombres, recuerda Falcón, y añade que vio el entorno dominado por los hombres como una especie de reto que había que superar.
Otro reto fue convencer a las demás mujeres de su familia de que no estaba siendo imprudente al subirse al ring.
Al principio, mi madre y mi hermana no estaban de acuerdo [con mi decisión de boxear] porque decían que era un deporte peligroso… y que podía hacerme daño, dijo.
Los miembros masculinos de su familia la apoyaron más al principio, dijo.
Mi padre y mis hermanos me dijeron que me pensara bien la decisión, pero que si era lo que quería, me apoyarían, dijo.
A los 18 años, Falcón decidió llevar su pasión por el boxeo a otro nivel y dedicar aún más tiempo al entrenamiento con el objetivo de triunfar en el boxeo de competición.
Mucha gente me decía que ya era [demasiado] mayor [para convertirse en boxeadora de competición], pero yo les decía que podía hacerlo, dijo.
Y efectivamente pudo. El mismo año en que cumplió 18 años, Falcón se convirtió en la campeona nacional en su división de peso y posteriormente ganaría una medalla de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018 y una medalla de bronce en los Juegos Panamericanos 2019.
También en 2019, la boxeadora cumplió otro sueño al ingresar a la Marina y comenzar la carrera de profesorado de educación física en la Universidad Naval de la Ciudad de México. Desde antes de ser deportista, mi intención era estudiar en la Marina, dijo a Milenio.
Mientras sigue estudiando la carrera, Falcón se entrena a fondo para su debut olímpico, para el que faltan menos de dos meses. Se clasificó para los Juegos tras triunfar en uno de los combates más difíciles de su carrera. ¿Su rival? Covid-19.
Falcón, asmática, enfermó el año pasado tras contraer el virus, un episodio que la obligó a dejar de entrenar y le hizo perder la condición física que tanto le había costado conseguir. Pero, decidida a ganarse un puesto en el equipo olímpico, volvió a subirse al ring tras recuperarse y, poco a poco, fue reconstruyendo su fuerza y su forma física.
Ahora Falcón tiene la vista puesta en competir no sólo en Tokio, sino en futuros Juegos Olímpicos.
Quiero competir en los próximos Juegos Olímpicos [después de Tokio]. Quiero ser medallista olímpica a medio plazo; no quiero conformarme con participar, dijo. Y quiero terminar mi carrera para ascender en la marina y ejercer mis servicios como profesor.
En cuanto a la madre de Falcón, ha superado con creces sus dudas iniciales sobre el sueño de su hija.
Me dijo que estaba muy orgullosa [de mí], dijo el boxeador. Me dijo que siguiera trabajando duro, que no decayera [en mi entrenamiento]. Me dijo que [llegar a los Juegos Olímpicos] es un gran logro pero también una gran responsabilidad y que tenía que ser madura, responsable y mantener los pies en el suelo.