Un obispo de Guerrero -conocido por su disposición a relacionarse con las organizaciones criminales- está intentando conseguir la liberación de cinco víctimas de secuestro.
Salvador Rangel Mendoza, obispo de la diócesis de Chilapa-Chilpancingo, dijo en entrevista que está tratando de identificar y hacer contacto con una banda criminal que secuestró a tres hombres y una mujer en Chilapa hace varias semanas.
… Estamos tratando de intervenir por estas cuatro personas de Chilapa y otra persona de Chilpancingo para que sean liberadas, dijo.
Rangel, quien se ha reunido con líderes criminales y hace tres años buscó una tregua navideña entre los cárteles enfrentados, dijo que actuaba a petición de los familiares de las víctimas en el caso de los desaparecidos de Chilapa.
Dijo que la Procuraduría General de Justicia de Guerrero está buscando a los desaparecidos pero no los ha encontrado. El obispo dijo que anteriormente pudo lograr la liberación de una víctima de secuestro gracias a los contactos que tiene dentro de un grupo criminal, que no nombró.
Las cuatro personas de Chilapa fueron secuestradas por un grupo diferente, dijo Rangel.
… Estamos enviando pequeños mensajes para saber qué grupo los secuestró, y estamos buscando cualquier pista, dijo, añadiendo que se desconoce si siguen vivos.
Chilapa, situado a unos 60 kilómetros al este de la capital del estado, Chilpancingo, ha estado plagado de delitos violentos en los últimos años. Las bandas rivales Los Ardillos y Los Rojos se enfrentaron durante años en una guerra territorial en este municipio dedicado al cultivo de adormidera. El primer grupo controla actualmente Chilapa, pero una célula de su rival regresó recientemente al municipio, dijo Rangel.
El obispo dijo que la violencia ha aumentado en algunos municipios de Guerrero desde las elecciones del 6 de junio porque los grupos criminales buscan presionar a los funcionarios municipales entrantes. Quieren que los funcionarios se comprometan a darles parte del presupuesto municipal, dijo.
El 1 de octubre tomarán posesión los nuevos alcaldes de los 81 municipios de Guerrero.
Rangel dijo que Iguala -donde 43 estudiantes de magisterio fueron secuestrados en 2014 en uno de los casos recientes de violencia más impactantes de México- es un municipio donde la violencia ha aumentado recientemente. El sábado pasado hubo un tiroteo entre la policía estatal y los delincuentes, y añadió que tres o cuatro grupos criminales se disputan el control del municipio.
El obispo dijo que la Guardia Nacional debe actuar con mayor fuerza contra el crimen organizado, que opera con virtual impunidad en amplias zonas del país.
No entiendo por qué hay tanta complacencia, tanta mansedumbre, dijo Rangel.