El presidente López Obrador, un animal político, ha representado a tres partidos políticos diferentes en sus 46 años de carrera. Se afilió al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1976, cuando México era un Estado unipartidista.
En 1989 se afilió al Partido de la Revolución Democrática (PRD), y bajo su nombre llegó a ser alcalde de la Ciudad de México en el año 2000. En 2014, fundó el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que le entregó el alto cargo en 2018.
Este es un recuento de lo que AMLO, como se le conoce comúnmente al presidente, ha discutido en sus conferencias matutinas esta semana.
El presidente se sentía el lunes como en casa. La conferencia fue transmitida desde Tabasco, su estado natal, la culminación de una gira de fin de semana por el sureste para evaluar los avances del Tren Maya.
Estamos realmente encantados de estar aquí, en nuestra tierra… aquí hay más sol, más claridad: esto es el trópico, dijo el Presidente, aportando su granito de arena a la oficina de turismo local.
Cuando se abrió el turno de palabra, Cuba fue lo primero. La forma de resolver las protestas en la isla era acabar con el embargo comercial de Estados Unidos, dijo el presidente. La verdad es que si [la comunidad internacional] quisiera realmente ayudar a Cuba, lo primero que habría que hacer es suspender el bloqueo… como están pidiendo la mayoría de los países del mundo… Eso sería un gesto verdaderamente humanitario.
Ningún país del mundo debería estar rodeado, bloqueado: eso es absolutamente contrario a los derechos humanos. No se puede crear una valla y aislar a todo un pueblo por razones políticas, añadió.
El siguiente tema levantó el calor tropical: desde que comenzó la administración del presidente, 56 activistas habían sido asesinados.
Es más propaganda de nuestros adversarios difundida por Reforma, dijo AMLO, arremetiendo contra su periódico menos favorito.
¿Es un ataque contar el número de activistas que han sido asesinados?, respondió el periodista.
Y luego, el desayuno. El presidente enumeró las delicias tabasqueñas que habían hecho el menú: chanchamito… tostones, torrejas, tamales de chipilín.
La actualización de la tercera ola de la pandemia dio comienzo a la mañanera del martes. El viceministro de Sanidad explicó que, si bien la tercera oleada había adoptado una forma similar a las dos anteriores, las hospitalizaciones y las muertes se habían reducido en torno al 75% gracias a la campaña de vacunación.
Volviendo a los asuntos políticos, un periodista anunció que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, había manifestado su ambición de ser candidato a la presidencia. No hubo acuerdos de trastienda, respondió AMLO.
El avión presidencial no vendido volvió al foro. Una empresa inglesa se había puesto en contacto con un periodista para preguntarle si el avión tenía que venderse directamente, o si podía utilizarse para un servicio súper VIP por billete, permitiendo que el avión inmovilizado volviera a surcar los cielos.
El presidente vio una buena oportunidad para burlarse de la imprudencia de su predecesor. Vuelo [a distintas partes del país] todos los fines de semana… probablemente gastamos unos 50 mil pesos de ida y vuelta… al año 6 millones de pesos… En el último viaje que hizo el presidente Peña Nieto… se gastaron 7 millones de pesos sólo en el servicio de internet, aseveró el líder izquierdista.
Es evidente que AMLO se tomó el café de la mañana el miércoles. La mañanera arrancó con un largo solo, que abordó a galope una serie de temas: el sesgo mediático, el humanismo, la corrupción neoliberal y la nueva clase media mexicana.
Cuando la patrulla de las fake news se puso en marcha, Ana Elizabeth García Vilchis ofreció una garantía a los periodistas presentes en la sala: Insistimos en que aquí no se estigmatiza a ningún periodista ni a ningún medio de comunicación.
Se abordaron dos mentiras. La primera se refería a una investigación sobre el proyecto de forestación Sembrando Vida; la segunda, a la información sobre la importación por parte del gobierno de Birmex, un anestésico para pacientes de Covid-19.
Más tarde, un pariente no deseado llamó a la puerta: España. A principios de su mandato, el presidente había escrito al Rey de España y al Papa para exigirles una disculpa por los errores históricos en la conquista, que el gobierno de España rechazó entonces enérgicamente.
Un periodista de doble nacionalidad intentó mediar en la disputa, y sugirió que las disculpas no eran una exigencia adecuada.
Los españoles fueron invadidos por países musulmanes y trajeron conocimiento, trajeron matemáticas… Lo mismo ocurre con el Imperio Romano cuando invadió España… no les pedimos disculpas, más bien se lo agradecimos.
Sin embargo, el presidente se había sentido despreciado. Envié una carta… de forma muy respetuosa, y no tuvieron ni siquiera los modales de responder, dijo, y precedió a leer la carta de 1.000 palabras.
Pero la disputa no fue puramente histórica, reconoció. Nos maltrataron en la época neoliberal y cometieron actos de corrupción por parte de empresas españolas, nos vieron como un lugar de conquista y se dedicaron a robar.
Guerrero, uno de los estados históricamente más violentos de México, volvió a estar en la agenda el jueves. Iba a ser el destino del presidente durante el fin de semana.
¿Cuál es la estrategia para Guerrero, donde 19 grupos paramilitares están al servicio de 18 organizaciones criminales?, planteó un periodista.
La violencia en Guerrero se origina en gran medida por el abandono de las comunidades allí… la mejor manera de enfrentar la violencia es creando oportunidades, trabajo, bienestar, respondió el presidente, señalando el éxito del gobierno en la provisión de fertilizantes a los agricultores, que ha ayudado a bajar la desnutrición, y el proyecto Sembrando Vida que ha creado alternativas a los cultivos ilícitos.
Mantengo mi filosofía, que el ser humano no es malo por naturaleza, son las circunstancias las que llevan a algunos por un camino antisocial, agregó AMLO, exhibiendo su cosmovisión roussoniana.
Antes de terminar, se propuso un reto de peso en materia de seguridad. Si no logramos pacificar a México (…) no vamos a poder decir que nuestro gobierno es un éxito, dijo.
La seguridad se desbordó en la última mañanera. Esta vez fue Guanajuato, el estado más violento del país.
Un periodista de investigación dio su punto de vista: Hemos encontrado constantes… complicidades… entre funcionarios que llevan mucho tiempo, entre políticos y un fiscal general que lleva 12 años en el cargo… nos han espiado… estamos en riesgo, presidente, dijo.
AMLO coincidió en que es hora de cambiar. Guanajuato es uno de los estados con más violencia y desde hace bastante tiempo… Si él [el procurador] fuera el gerente de una empresa, con esos resultados lo hubieran despedido, afirmó.
Antes de que el presidente pudiera dirigirse a Guerrero, había que negociar con un periodista descontento. El hombre en cuestión había escrito una investigación sobre el proyecto Sembrando Vida, que había sido denunciado por la patrulla de noticias falsas dos días antes.
El pasado miércoles … con absoluta falta de rigor y evidente desprecio por la verdad, se aludió a un texto de mi autoría y se tituló Datos falsos de Sembrando Vida … se tachó de engañoso. El quién es quién de las mentiras, presidente, … está destinado a ser inútil y tendencioso si no hay una persona capacitada detrás, arremetió el periodista.
El tabasqueño optó por los abrazos, no por las balas. La crítica es fundamental, es básica, nos ayuda a purificar la vida pública. Y luego, una humilde confesión: Lo que se dice aquí [en las mañaneras] no es la verdad absoluta e irrefutable, dijo, poco antes de alejarse para atender a la nación.