Por, Mario Guillermo Massone
“No habrá referendo este año”, en revocatorio está muerto” son las proclamas que vociferan los “duros” del PSUV. ¿Por qué tienen que repetirlo y divulgarlo con tanta grandilocuencia?, ¿Cuánta energía corporal y mental están desgastando en la propaganda en contra del revocatorio en 2016?, ¡y por qué un menopáusico Diosdado grita tanto en estos días!
La campaña en contra de que haya revocatorio, de parte del PSUV, parece más bien una campaña como si el CNE ya hubiera convocado al pueblo a las urnas. Y la nuestra, la de la oposición, ¡también!
Diosdado Cabello, por su parte, anda, simultáneamente, en personalísima campaña presidencial. Vergonzosa y escuálida, pero campaña al fin. Vimos la concurrencia de sus ¿seguidores, militantes? en Nueva Esparta. Nunca sentí lástima por este número hasta el día en que vi las grabaciones de su “mitin”. Como las imágenes audiovisuales fueron tomadas desde la distancia, parecían unos niñitos de kínder en el recreo de veinte minutos, con sus franelitas rojas, escuchando a la fuerza al que les hace bullying (en mi época, al caribeador).
De las palabras de la rectora de CNE Tibisay Lucena, no se me aflijan. Su discurso, si es que fue eso, tuvo como propósito nuestra rendición y resignación moral. Lo único importante de su verbo, fueron palabras como “posiblemente”, un quizá sí quizá no… quizás, quizás, quizás.
En definitiva: 1. Hay una campaña por el Revocatorio 2016 activada; 2. Diosdado anda encampañao´ y 3. La rectora Lucena habló de posibilidades. Son premisas empíricas, tomadas de la realidad política y no hipótesis. Y entonces, ¿qué se sigue?
Se sigue, en lenguaje metafísico, que el Revocatorio 2016 existe en potencia viva. Que existe en potencia y que falta que transite de la potencia al acto. Que se actualice, encarnando en nuestra realidad histórica y transformadora. Falta que el CNE convoque a tiempo la recolección del 20% y proceda a realizar el Revocatorio 2016.
Ahora, ¿de qué o quiénes depende el que haya o no Revocatorio 2016? Dejando de lado a los demonios (TSJ et al.), depende en su inmensa medida de nosotros los venezolanos. Depende de que salgamos y nos manifestemos y nos hagamos dueños de nuestros destinos. Pues todo lo que hacen desde el PSUV lo hacen porque el que haya o no el Revocatorio 2016 no está en sus manos, está en las nuestras.
En las manos de los venezolanos está la respuesta. ¡Pongamos cabeza, corazón y tuétano!