(Redacción A Todo Momento) “Resultan manifiestamente inconstitucionales y, por ende, nulos … los actos emanados de la Asamblea Nacional, incluyendo las leyes que sean sancionadas, mientras se mantenga el desacato a la Sala Electoral…”. Así lo decidió la Sala Constitucional del máximo tribunal del país a través de la sentencia N° 808, publicada este lunes 5 de septiembre. Esto no es otra cosa que un golpe al único poder electo de manera legítima por el voto popular.
¿Quién lo dio? otro poder, el judicial, que no sólo no fue electo por el pueblo sino que a sus integrantes los designó un hombre que ni siquiera sabemos dónde nació y que tampoco manda, porque quien realmente dirige este desastre en que se nos ha convertido el país, está sentado en Cuba: Raúl Castro.
El tribunal supremo no reconoce la legalidad del parlamento, el parlamento no reconoce la legalidad de unos magistrados nombrados de manera express y, en Miraflores, está sentado un extranjero, entonces ¿dónde está la República?
El pasado 6 de diciembre los venezolanos salimos en masa a votar por un cambio de sistema político, económico y social, por la libertad de los presos políticos, el rescate de nuestra seguridad física y jurídica, de la productividad y abastecimiento de alimentos y medicinas, el correcto funcionamiento de los servicios públicos, luz y agua, en resumen por una salida YA, inmediata de Maduro y su régimen. Los venezolanos votamos con fe y esperanza porque una nueva Asamblea Nacional, mayoritariamente de oposición y democrática, tomara el control del país y lo enrumbara por los caminos del progreso. ¿Dónde quedó nuestra esperanza?
Por todas las informaciones que recogen los medios del monopolio comunicacional del PSUV -porque todos les pertenecen de una u otra forma al partido del régimen, socios y cómplices- nuestra esperanza está puesta exclusivamente en un Referéndum Revocatorio que no va, y no lo digo yo, lo dice Diosdado, Jaua, Jorge y Delcy Rodríguez, Maduro, Cilia y hasta algunos miembros de partidos de oposición que no se atreven a decirlo en público pero si lo hacen en privado.
La señora Socorro Hernández del CNE, ha dicho este martes que anunciará entre el 14 y 16 de septiembre la fecha para la recolección del 20% de las firmas que active el revocatorio que podría ocurrir a finales de octubre, y dejó muy claro que: “el organismo no puede ni acelerar ni retrasar el proceso…la institución electoral se basa en la norma para garantizar el cumplimiento del cronograma revocatorio”.
¿Cuál cronograma? no lo sabemos, “actualmente, dice Hernández, hay trabajo de campo, revisar cuáles centros tienen las condiciones para realizar esa actividad, las contrataciones correspondientes… esa recolección se va a hacer con la plataforma tecnológica del CNE, despliegue que requiere un conjunto de actividades para que las máquinas puedan estar en el sitio para hacer la recolección… derivaciones presupuestarias, la cantidad de dinero a invertir, su disponibilidad. No es una cosa de soplar y hacer botellas, no es hágase y se cumple…” acotó la rectora. Ante tal declaración, ¿tendrá algo de extraño que luego de dicha recolección inventen lapsos inexistentes para la revisión de las firmas: 10, 20, 30 días y posteriormente el tiempo de la campaña, y así nos llegará el 2017?
Mientras tanto ya nadie habla de la crisis humanitaria en la que estamos sumergidos. Nadie comenta que Venezuela entera es Villa Rosa, donde el repudio al régimen es inocultable, donde los ciudadanos no aguantan el desabastecimiento, donde los niños que logran sobrevivir, crecen desnutridos y las madres mueren pariendo porque están mal alimentadas. Que no hay sueldo que alcance para comprar lo poquísimo que todavía hay. Estamos a las puertas de una explosión social que nadie podrá controlar…el hambre lo desconoce todo.
Se hace necesario entonces un GRAN FRENTE DE UNIDAD NACIONAL que de respuesta inmediata a la grave crisis que atravesamos, que refunde la República, que aniquile de cuajo el narcotráfico enquistado en las instituciones. Un GRAN FRENTE DE UNIDAD NACIONAL que apoye una transición sin cálculos personalistas, constituido por. hombres y mujeres cuyo único objetivo sea rescatar la libertad y la democracia para lograr, en el menor tiempo posible, la realización de una gran jornada electoral auténtica, transparente, secreta, universal y en paz.
A eso estamos llamados los venezolanos.