Durante la octava edición de su programa En Contacto con Maduro, el presidente de la República respondió a las declaraciones del secretario ejecutivo de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, y dijo que no se levantaría de la mesa de diálogo. Añadió que esta semana viene el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, a incorporarse a las conversaciones.
Nicolás Maduro dijo: “Yo no me voy a parar de la mesa de diálogo. Espero que ellos tampoco se paren. Ya el hecho de estar dialogando, debatiendo, es un avance democrático importante. Veremos más adelante qué resultados va dando”.
Recordó que estuvo desde enero “convocando a la oposición política en su conjunto a que se sentaran a una mesa de diálogo. Luego de dar, de dar, de dar, y con la ayuda de Unasur y el Vaticano, nos sentamos. Ya eso es un logro muy importante para la paz del país”.
Recalcó que ese primer diálogo “fue transmitido en cadena nacional y dijeron todo lo que quisieron decir, todo (…), pero hablaron libremente. ¿En qué país del mundo eso sucede? (…) Después de que ellos se sentaron ahí, han recibido grandes presiones, yo lo sé”.
“Que tenemos diferencias de los temas que hemos puesto en la mesa es normal”, reiteró el presidente. Aseguró que “todos los temas están siendo estudiados (…). No deben aceptar presiones de ningún tipo (…). Veremos poco a poco los temas donde surgen acuerdos”.
Insistió: “La mesa de diálogo tiene que seguir siendo un espacio de encuentro, de conversación, de debate, de diálogo y poco a poco construir una agenda nacional (…). Yo no me voy a parar jamás de una mesa donde se dialogue de paz”.
“A Caracas no entran”
Acerca de los sucesos de ayer en Las Mercedes, cuando se impidió a los estudiantes marchar hasta la Nunciatura Apostólica, el presidente Maduro dijo que los manifestantes en realidad pretendían tomar por asalto la sede de la Nunciatura: “Teníamos toda la información de que iban a dirigir un pequeño grupo de estos 60 guarimberos (…) para armar un show internacional. Se iban a tirar al piso y declararse en huelga de hambre”.
Insistió en que él, como presidente, no iba a permitir que eso sucediera: “Yo dije: A Caracas no entran hasta que no haya nuevas reglas de juego y se garantice que no va a haber violencia y destrucción. Y así ha sido. Y no van a entrar a Caracas estos grupos. Eso es una decisión de Estado: proteger la paz de la capital de la República. No nos van a traer la violencia de Chacao, de Santa Fe. Yo sería un débil y un irresponsable si aceptara eso y no soy ni uno ni lo otro”.
El jefe del Estado negó que la represión aplicada a los manifestantes hubiera sido bárbara: “¿Qué bárbara? El barbarismo es lo que ellos hicieron: destruyeron un Banco de Venezueña, una sede. Nos quemaron un camión de abastos Bicentenario que traía comida para la venta de las clases medias que viven por ahí. Los bárbaros son ellos (…). Mientras esos elementos no sean controlados, a Caracas no entran y eso no puede ser condicionante de ningún tipo”.