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HÉCTOR NAVARRO: “MI SANCIÓN FUE UNA ORDEN DE CABELLO”

El ex ministro Héctor Navarro se sorprendió al enterarse de que su nombre aparecía en el Acta de las Conclusiones del III Congreso del PSUV, pues se le impidió participar en vista de que está suspendido como militante y dirigente de la dirección nacional partidista, luego de que se solidarizó con el ex ministro de Planificación, Jorge Giordani.

“Me cuido de lo que firmo. Sin que signifique nada en contra del colectivo, no participe en el congreso y sería malo, por una decisión a dedo, que aparezca firmando si no estoy de acuerdo. A lo mejor es un error y se trata de la lista de la dirección nacional”, afirmó Navarro en una entrevista con el director de Aporrea y militante de Marea Socialista, Gonzalo Gómez.

Navarro rechaza estar en “el congelador del PSUV” e identifica al responsable de la resolución disciplinaria: “Mi sanción fue una orden de (Diosdado) Cabello. Fue una decisión incorrecta, grave. Se me excluye de participar en el partido sin juicio, sin derecho a la defensa, y sin que se reuniera la dirección nacional. Aún soy militante del PSUV y no haré nada para perjudicar al partido y a la revolución; no voy a afectar la revolución”.

A estas alturas desconoce sí está expulsado y dijo que no entiende por qué fue sancionado y no Giordani. “Me atrevo a especular: Querían sentar un precedente en la dirección nacional, un mensaje a los demás”.

No maten al mensajero
El trato de la cúpula del partido a Giordani fue cuestionado por Navarro debido a la “relación fraterna” que tenía con Hugo Chávez, quien lo consideraba su profesor, su tutor en la Universidad Simón Bolívar y guía en el área económica.

“La crítica hay que atenderla, no desecharla, no se debe matar al mensajero. Giordani denunció corrupción y deficiencia en el Estado y lo lógico era asumirlas para la corrección; por ejemplo, la entrega de las divisas que se convirtió en un desfalco de 20 millardos de dólares, pero fue calificado de traidor. ¡Eso me produjo indignación! Él es mi hermano en la UCV donde, antes del 4-F, junto con J.J. Montilla y Adina Bastidas, trabajamos en un documento contra el paquete neoliberal de CAP II, que nutrió la Agenda Alternativa Bolivariana”.

A diferencia de la situación actual, indicó que Chávez reconocía los errores, atendía los reclamos si se argumentaba y que le incomodaban los “todistas”, aquellos que oyen al líder decir, a modo de chanza, que le gustaría ver el “Ávila rojo” y, al mediodía, alguien cumplía la orden.

Navarro contó que tuvo discrepancias con Giordani y Chávez, pero que hablaron para aclararlas: “¡Eso es lo revolucionario! En una oportunidad renuncie al Ministerio de Educación y el presidente estaba molesto conmigo. Sin embargo, al mediodía me llamó y reconoció que él estaba equivocado y que necesitaba que le plantearan la discusión”.

El Nacional.