Pedro Armando Medina, joven residente de Santa Paula de 26 años, aclaró lo sucedido el sábado 5 de abril, día en el que fue víctima de una agresión, en el contexto de las protestas que se han desenvuelto en Caracas, El Cafetal, desde hace dos semanas.
Así se desencadenaron los hechos:
En la madrugada del sábado 5 abril tomó la vía de la avenida Principal de Caurimare hacia El Cafetal para dirigirse a su casa, y se bajó de su vehículo porque una barricada no le permitía el paso. Dos personas no identificadas le explicaron que habían varias barricadas en la vía, que no podría pasar. Un tercer manifestante llegó al lugar con una actitud violenta y le exigió que se fuera.
Cabe destacar que este protestante le dijo a Medina que no podía dejarlo pasar porque tenía esa orden, a lo que el joven dedujo que era porque le estaban pagando por bloquear el tránsito y asumió esa conjetura en una publicación en Facebook donde relató los hechos.
Cuando se disponía a irse, el tercer manifestante que había llegado le lanzó piedras a su vehículo y las otras dos personas que estaban en el lugar intentaron detener la agresión.
Medina se dirigió a la sede de Polibaruta en la calle El Limón para denunciar la agresión, pero los efectivos policiales le indicaron que resolviera por sus propios medios la situación.
El joven, producto de la indignación, se acercó hacia la intersección de El Cafetal con Caurimare, frente a la bomba PDV, a pie. Ahí encontró a los dos manifestantes que previamente habían estado en la barricada de Caurimare. Debatieron acerca del trancazo que se mantiene en la zona, luego de unos minutos, llegó de nuevo el encapuchado y empezó a discutir con Medina. Este le explicó que no tenía sentido trancar la calle, que apoyaba 100% a la oposición, que es un vecino de la zona y que las dificultades generadas por la protesta lo afectaban. El agresor le propinó inesperadamente un puñetazo, una patada e intentó ahorcarlo.
Fue separado por otros manifestantes y el violento se fue de la zona. Los protestantes que se encontraban en la zona aseveraron que nunca habían visto al agresor y no sabían quién era.
Medina se dirigió, ya en horas de la madrugada del sábado 6 de abril, a la sede de Polibaruta en San Luis, y los funcionarios policiales le reiteraron que ellos no podían involucrarse en la situación, que, de nuevo, resolviera por sus propios medios.
La víctima enfatizó que solo una persona, el manifestante desconocido, fue quien lo agredió y que mantuvo una actitud violenta todo el tiempo. Los demás manifestantes intentaron mediar en la situación y ayudarlo, así como ignoraban la identidad del agresor.