(A Todo Momento) – Irán y sus aliados en Oriente Medio claman venganza tras el asesinato del general Qassem Soleimani en Irak. El Consejo de Seguridad de la república islámica ha convocado una reunión de urgencia para analizar la situación tras el ataque selectivo ordenado por Donald Trump, según confirmó el Pentágono, contra el máximo responsable de las Brigadas Quds, la unidad de acción en el exterior de la todopoderosa Guardia Revolucionaria de Irán, organización creada por el Imam Jomeini para defender los valores de la revolución de 1979.
El líder de Irán, ayatolá Ali Jamenei, anunció una «dura venganza» y todos los altos cargos del país cerraron filas en torno a un Líder Supremo que aseguró que «su fallecimiento no detendrá su misión». Ha muerto Soleimani, para quien ya han elegido sucesor (General Ghaani), pero no su legado en forma de milicias leales a Teherán que ha formado y consolidado en países como Siria e Irak. Trump arranca 2020 cruzando una línea que sus dos antecesores en el cargo no se habían atrevido a cruzar por el temor a una escalada de tensión regional y da un paso más en su presión a Irán.
El ataque de Estados Unidos se produjo de madrugada cuando el general iraní acaba de aterrizar en Bagdad procedente de Líbano. Aviones no tripulados alcanzaron su vehículo cuando abandonaba el aeropuerto internacional y en la operación asesinaron también al número dos de las milicias iraquíes de las Unidades de Movilización Popular, Abu Mahdi al Mohandes, que había acudido a recibir a Soleimani.
Es viernes, día de oración en Irak, y las miradas apuntan a la Embajada estadounidense en Bagdad donde se han desplegado las unidades antiterroristas en previsión de nuevos altercados. La legación ha urgido a sus ciudadanos a abandonar el país y están muy frescas las imágenes del asalto del día 31, cuando cientos de seguidores de las milicias chiíes consiguieron irrumpir y quemar una pequeña parte del complejo. El parlamento de Irak celebrará mañana una sesión en la que se discutirá el futuro de la presencia de la misión militar de Estados Unidos en el país y el primer ministro, Adil Abdul Mahdi, calificó el doble asesinato de «acto de agresión contra Irak, que viola la soberanía nacional y llevará al país y a la región a la guerra». Para Abdul Mahdi, este asesinato selectivo «viola las condiciones acordadas» para la presencia militar de Estados Unidos en el país.
Soleimani estaba incluido en la lista de «terroristas más buscados» elaborada por Washington, que le acusaba de planificar atentados en medio mundo y ser el responsable de la muerte de cientos de soldados estadounidenses en Irak tras la caída de Sadam Husein en las operaciones ejecutadas por milicias chiíes.