Al menos tres personas fallecidas y 79 heridas es el saldo que ha dejado hasta ahora una explosión en una estación de trenes en Xinjiang, al oeste de China, justo cuando el presidente de ese país, Xi Jinping, realizaba una visita a esa localidad, según informó la agencia estatal de noticias Xinhua, la cual tildó el hecho de “violento ataque terrorista”.
La estación de trenes de Urumqi, capital de Xinjiang, fue el escenario en el que se produjo el estallido. La bomba o artefacto que explotó se encontraba “alrededor de unos equipajes abandonados, entre la salida de la estación y una parada de autobús”.
Algunas imágenes del lugar de los hechos, así como también comentarios de internautas sobre el incidente y varios mensajes publicados por las organizaciones de prensa fueron suprimidos horas después de la explosión por la rígida censura china.
En tanto, Xinhua detalló que apenas fueron desalojados todas las personas presentes al momento de la explosión, la estación abrió sus puertas de nuevo.
El Jefe de Estado chino declaró que “inspirará” a sus ciudadanos “asustando a los enemigos”, una estrategia antiterrorista cuya misión es “golpear primero”.