(A Todo Momento) — El embajador Humberto Calderón Berti habló. Luego de que el 27 de noviembre se conociera que el presidente encargado, Juan Guaidó, lo destituyó de su cargo como representante diplomático de Venezuela en Colombia, el diplomático ofreció una rueda de prensa en la que reconoció que desde hace meses no existe una relación entre él y el presidente de la Asamblea Nacional, recalcó que sus objetivos siempre han sido en pro de ayudar al país e informó que efectivamente adelantó una auditoría por las irregularidades sobre parte de los recursos que están en Colombia.
El primer asunto que abordó fue el de los recursos destinados a los militares venezolanos exiliados en Colombia. Afirmó que hubo un mal manejo y que entre las pruebas que poseía se encontraban facturaciones ficticias y que hubo dinero que se usó para contratar prostitutas y adquirir licor.
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“Se manejó unos recursos que yo nunca supe de dónde venían ni cómo se gastaron. Al inicio de ese proceso comencé a recibir rumores por las redes sociales de que ocurrían cosas indebidas. Que había un mal manejo de las cosas y que había que prestarle atención. No lo inventé yo. Las autoridades colombianas me dieron la alerta y me mostraron documentos donde se hablaba de prostitutas, licor”, explicó.
Advirtió que entonces como embajador su deber era iniciar una auditoría. “Yo no soy policía ni juez para juzgar a nadie. Lo que hice fue mandar a hacer la auditoría que se tenía en cuenta en Caracas, particularmente Leopoldo López”, subrayó.
Entonces el mal manejo de los recursos apareció publicado en el site Panam Post. Pero Berti advirtió que él no fue quien filtró la información. Aseguró que los informes se los entregó a Guaidó, Julio Borges y Leopoldo López. “No lo toqué (el informe). No llamé a nadie para que lo tocara. Nunca traté de influir en la que forma en que se elaboró. ¿Pero por qué se criticó que se hubiera filtrado la información? Yo no tuve nada que ver con eso, no es mi estilo ni mi forma. Cuando voy a decir algo lo hago de frente, en la cara de la gente”, expresó.
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El exembajador indicó que la prensa hizo lo correcto al dar a conocer lo que ocurría: “Tienen derecho a decir lo que está pasando, están en su derecho y obligación. Lo triste de todo esto es que haya ocurrido como ocurrió. He sido siempre respetuoso con los medios de comunicación, ese es su trabajo. Los medios no se pueden dejar manipular, los periodistas no pueden ser instrumento de dueños de los medios. Deben actuar de acuerdo a su conciencia y libertad”.
Insistió en que los informes los tiene la Fiscalía de Colombia y que ya no es su responsabilidad que se hayan tomado tanto tiempo en decidir.
Relación rota desde hace meses
Cuando a Calderón Berti le preguntaron cómo quedará ahora su relación con Guaidó, contestó: “Desde hace meses no existe”.
También afirmó que no ha conspirado contra el presidente encargado para liderar la transición. “Yo no conozco a Padrino López ni a Maikel Moreno. Pregúnteles si alguna vez he hablado con ellos. Yo no participé en la hazaña del puente de Altamira, que va a ser recordada no por lo que ocurrió sino por lo guacales y las manos de cambur en el puente”, dijo.
Calderón Berti, que señaló que seguirá trabajando por Venezuela, criticó la manera en que se han mantenido las relaciones del gobierno interino con sus aliados internacionales, en especial acerca del intento fallido de ingresar la ayuda humanitaria. “¿Qué se le dijo a Piñera, al presidente de Paraguay, al secretario general de la OEA, una cantidad de gente importante?”.
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Cuando un periodista le preguntó al diplomático qué le recomendaría a Guaidó, este dijo que no la haría en este momento. Sin embargo recordó que en el pasado le envió dos consejos por medio de un tercero: “Primero, tiene que revisar muy bien su entorno y en segundo lugar debe actuar sin el tutelaje de ninguna especie”.
Advirtió que la transición será incluso más importante que la democracia. “Los cimientos de la transición serán más importantes que la democracia. La transición no puede ser una rebatiña de los partidos ni un reparto entre ellos. Tiene que estar integrada por los mejores hombres del país, los más preparados”.
Hubo momentos de la rueda de prensa en los que Calderón Berti se conmovió y se quebró. En especial cuando habló acerca de su posición ética y moral. “A mí me educaron para ser leal, consecuente, para trabajar. No son cuatro años, tengo 60 años trabajando y siempre he tenido frente a mis superiores respeto transparente, lealtad y honestidad. Cuando he encontrado algo lo he dicho. No soy indisciplinado. Soy disciplinado porque me lo han enseñado. Lo que no puedo ser es sumiso frente a nadie por mucho poder que tenga”.
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Criticó además que por razones de edad sea un pecado querer ser partícipe en el país. Consideró que en Venezuela hay ciudadanos preparados que deberían formar parte de la transición. “Aquí estoy con 78 años, solo con una nieta. Alejado de mi familia, con mis hijos en todas partes del mundo. Quiero estar con mi mujer y mis hijos y mis bisnietos. Yo debería estar cuidando mis nietos y regando matas. Me vine para acá porque hasta el último momento de mi vida quiero trabajar por mi país”, señaló, y pidió a los de su generación que despierten y que no se refugien en una hamaca.
“Participen, tomen un paso adelante. Participen en la cuestión pública. Vamos a recuperar Venezuela. Estoy seguro de que es recuperable, pero no por una secta política, sino por la participación de gente honrada”, dijo.