(A Todo Momento) — Desplazamientos en jets privados con actores extranjeros, camionetas blindadas, fiestas en Cartagena, viajes a Italia en primera clase y fiestas con el jet set local.
Así transcurría, hasta hace tres días, la vida de Salomón Korn Mitrani, empresario bogotano que aseguraba ser exportador y tener inversiones en exclusivos bares y restaurantes, en sociedad con miembros de la comunidad judía, a la que pertenece.
Pero agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) le seguían el rastro y sabían que realmente es un lavador de dinero, al servicio de criminales vinculados a casos de trata de personas, secuestro, tráfico de menores, contrabando y narcotráfico.
Los agentes federales pusieron sus ojos en él desde que empezó a importar partes de armas desde Miami, en donde vive parte de su familia. Rastreando esos negocios descubrieron que estaba orquestando exportaciones ficticias para blanquear dinero de organizaciones criminales.
Lea también: Delegación venezolana nombrada por Juan Guaidó viajará a Hungría
“Leo, mucho gusto. Yo llevo en esto hace mucho tiempo. Funciono con casi ocho compañías en Venezuela. Les busco y facturo los productos que quieran. Puedo lograr que salgan con criterio de origen colombiano y facturar hasta 6 millones de dólares mensuales. Te aconsejo que saques la mercancía por avión”, se le oye decir a “Salo” (como se le llamaba) a uno de sus clientes venezolanos.
En otra de las grabaciones, la red, conformada por nueve personas, habla de manera explícita de lavado de dinero de la mafia y de cómo se cayó un alijo de “polvo blanco”.
Al menos desde 2012, se empezó a recoger evidencia de que ‘Salo’ estructuró un andamiaje económico para el blanqueo de capitales oscuros.
Sus socios fueron identificados como Jaime y Janan Yusuf Youssef, directivos de Af Project Holding SAS, firma supuestamente dedicada al comercio al por mayor de productos alimenticios que encajaba en su fachada de restaurantero.
Hasta ahora se sabe que, a través de varias empresas fachadas, él y su red realizaron millonarias exportaciones de productos agrícolas a Venezuela, a costos sobrevalorados.
Las exportaciones eran monetizadas a pesos colombianos y sus dividendos se enviaban a Pakistán, Panamá, India, China, Hong Kong y Taiwán, para entregárselas a contactos en el bajo mundo, tras cobrar un jugoso porcentaje.
Korn se declaró culpable en los delitos concierto para delinquir y lavado de activos.
Con información de GDA | EL TIEMPO | COLOMBIA