(A Todo Momento) — Hiperinflación, hambre, escasez de comida y medicinas y una violencia política campante están generando una crisis de refugiados que amenaza con sobrepasar las dimensiones de la guerra civil que estalló en Siria en el año 2011.
Como consecuencia, el número de venezolanos que intenta salir del país se ha disparado en los últimos años. Según alertó la ONU la semana pasada, cerca de 2,3 millones han emigrado por culpa de la crisis, en su mayoría por la falta de alimentos, pero la cifra real es muy superior, ya que en este cálculo no se especifica la fecha de inicio.
Así, si se toma como referencia 2015, momento en el que se agrava la crisis económica bajo el régimen chavista, el volumen de venezolanos huidos ronda los 4 millones -tan solo 1,6 millones en 2017-, tal y como recoge The Economist con datos oficiales de las Naciones Unidas.
La mayoría huye hacia Colombia y EEUU, aunque también destaca el número de emigrantes con destino a España -más de 200.000 el pasado año-, si bien casi todos los países de la zona se han convertido en los últimos salvavidas del pueblo venezolano, desde Costa Rica, Panamá y Brasil hasta hasta Chile, México, Ecuador o Perú. Poco importa el destino, la prioridad es abandonar Venezuela.
Esos 4 millones de emigrantes representan más del 12% de la población total del país, cuyo número ronda los 30 millones de personas, pero la cuestión es que este fenómeno, lejos de remitir, se ha intensificado en los últimos meses. La agencia de refugiados de la ONU (Acnur) ha registrado 135.000 solicitudes de asilo de venezolanos durante los primeros siete meses de 2018, un 20% más que en todo el pasado año.
Por ello, de mantenerse el actual ritmo, la diáspora venezolana “podría superar los 6 millones de personas que huyeron de la guerra civil siria”, según alerta la revista especializada, convirtiéndose así en la mayor crisis migratoria de la historia de América Latina.
La mitad de la población quiere emigrar
Tales cifras no son de extrañar si se tiene en cuenta que casi la mitad de los venezolanos quiere dejar atrás la particular utopía chavista. Según una encuesta realizada a finales de 2017 por Consultores21, el 40% de los venezolanos desea vivir en otro país. Esta opción es mayoritaria entre los jóvenes, con un 51% de los encuestados, y entre las rentas medias y altas (55%), cuya posibilidad de emigrar es mayor.
Los destinos preferidos se concentran en los países vecinos, mientras que fuera del continente destaca el caso de España, opción favorita para el 5% de los venezolanos.
La razón para huir es, básicamente, económica (63%), aunque también destaca la negativa situación política (29% de respuestas). Casi un tercio de las familias venezolanas ha sufrido, al menos, la emigración de uno de sus miembros, lo cual da idea de lo extendido que está este fenómeno.
Igualmente, resulta significativo que cerca del 30% de los emigrantes no piensa regresar a Venezuela, pase lo que pase en el futuro, mientras que un 50% volvería si la situación económica y política mejora. Por último, el 40% de los encuestados admite recibir regularmente ayuda económica de sus familiares residentes en el extranjero, mientras que el 88% ha recibido dinero en alguna ocasión o piensa recibirlo, evidenciando con ello la creciente importancia que tiene el envío de remesas para subsistir bajo el “Socialismo del siglo XXI”.