(A Todo Momento) — Las empresas estadounidenses han comenzado a favorecerse enormemente gracias a la polémica reforma fiscal de Donald Trump, luego de que hubiera reducido en 20% el impuesto a sociedades (pasó del 35% al 15%). Esto ha provocado que el aumento de los beneficios para empresas se traduzcan en bonificaciones para sus empleados. La Vanguardia
Apple informó a sus más de 120.000 empleados este miércoles que emitirá una bonificación equivalente a 2.500 dólares en acciones restringidas, tras la implementación de la nueva ley fiscal estadounidense.
A esta actuación se le han sumado otras empresas como AT&T, Comcast , JetBlue o Wal-Mart, que se suman a una lista cada vez mayor de empresas estadounidenses que celebraron la aprobación de la ley tributaria favorable al entorno empresarial.
La respuesta de las compañías
El grupo de telecomunicaciones AT&T anunció una paga especial de 1.000 dólares a todos sus empleados (200.000 en total, con 200 millones de desembolso) y una inversión adicional de 1.000 millones de dólares como reacción a la reforma fiscal.
Wells Fargo, la mayor entidad de crédito hipotecario del país, ha optado por un aumento salarial a 15 dólares por hora, mientras que prometió además 400 millones para organizaciones comunitarias y sin fines de lucro el próximo año.
Wal-Mart, mayor minorista del mundo, elevará el salario mínimo por hora de 10 a 11 dólares.
Fifth Third Bancorp fue más allá, diciendo que elevaría su salario mínimo por hora a 15 dólares y distribuiría un pago de 1.000 dólares a 13.500 empleados (13.500.000 de desembolso).
Por su lado, el gigante del cable Comcast dijo que unos 100.000 trabajadores obtendrían bonos de vacaciones de 1.000 dólares (100.000.000 en total) y comprometió más de 50.000 millones en inversiones de infraestructura durante los próximos cinco años.
Reducción de la presión fiscal
Esta bonificación es posible gracias a la reforma fiscal que, en busca reducir la presión fiscal de las empresas, ha conseguido un aumento de sus beneficios. Un descenso fiscal que no ha beneficiado sólo a las grandes compañías, sino también a las pymes. Y, por lo visto, también a los empleados.
Además, la reforma también se centraba en la repatriación, que busca, entre otras medidas, convencer a las empresas estadounidenses para que repatríen sus capitales reduciendo las cargas fiscales. La tasa aplicada a esa repatriación, que se aplica en una sola vez, está en el 15,5% para los capitales en efectivo y del 8% para otros activos.