(A Todo Momento) — Los sicarios del Cartel de Sinaloa humillaron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Le doblaron la mano a él y a las fuerzas que comanda. Lo superaron en despliegue, táctica y armamento. Sobre todo en esto último. Fue luego de que un retén policial diera con uno de los hijos del mayor narcotraficante de la historia de México: Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera.
Por Infobae
Ovidio Guzmán López fue capturado en las primeras horas de la tarde por las fuerzas de seguridad del estado y de la administración central. Y allí se desató la guerra: los mercenarios de la organización delictiva lograron liberar al joven de 29 años tras lanzar una guerra abierta en toda Culiacán. Alias El Ratón o Ratón Nuevo es hijo del capo histórico de Sinaloa y Griselda López Pérez, su segunda esposa, con quien también procreó a Joaquín, Édgar y Griselda Guadalupe. Griselda ayudó, en varias ocasiones, al narcotraficante a escapar de la justicia.
Ovidio fue señalado en 2012 por el gobierno de los Estados Unidos como parte de la organización criminal de su padre. Sin embargo, en los últimos años ha logrado mantener un perfil más bajo que sus hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo. Ayer, el gobierno de López Obrador -de haberlo mantenido cautivo- hubiera tenido que decidir si cumpliría los pasos de la extradición del joven narco.
Pero no pudo. El Cartel de Sinaloa le torció el brazo. Humilló a sus efectivos y a su gobierno. Lo hizo desde el despliegue, pero también desde una capacidad de fuego superior. Esa superioridad se vio reflejada en uno de los primeros videos que comenzaron a circular en las redes sociales. En ella se puede ver una furgoneta blanca, aparentemente blindada o forrada en acero balístico, en cuya cajuela se observan dos sicarios. Uno de ellos al mando de una poderosa ametralladora: la Browning M2.
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La Browning M2 (calibre .50 o 12,7) es un arma mundialmente conocida que cuenta ya con 86 años. Nació en 1933 aunque había sido diseñada hacia el final de la Primera Guerra Mundial por John Browning. Lo hizo para equiparar la fuerza de sus aliados franceses e ingleses que tenían la Hotchkiss, con la cual se hacían más fuertes sobre el terreno.
Dispara un cartucho mucho más poderoso que su antecesora, la M1917, sobre la que se basó Browning. Luego, en los años 30, sería la compañía Colt la que se haría cargo de su perfeccionamiento y fabricación. Sin embargo, continuó teniendo el nombre de su creador, ya fallecido. Su debut fue en la Segunda Guerra Mundial, pero desde entonces se la utilizó en otros conflictos bélicos como: la guerra de Corea, Vietnam, de los Seis Días, Yom Kippur, guerra civil camboyana, Malvinas, Irán e Irak, Golfo, Afganistán… la lista es interminable.
También está en poder de los narcotraficantes mexicanos, que la utilizan para repeler el fuego oficial o combatir a sus enemigos internos.
Es conocida como “la madre de todas las ametralladoras” por su fama mundial y su efectividad y poder de fuego. Mide casi dos metros y pesa cerca de 40 kilos que pueden llegar a 60 si se incluye el trípode. Su alcance efectivo es uno de sus puntos fuertes: 1.800 metros. Sin embargo, cuando fuera usada como artillería antiaérea, su rango era de 300 metros, fundamentalmente para repeler a helicópteros o aviones de baja velocidad. Ah, faltaba un detalle: puede disparar ¡550 proyectiles por minuto!