(Redacción A Todo Momento – Daniela Carrero)
Una tendencia silenciosa ha venido desangrando a Venezuela de uno de sus principales capitales, el humano. Esto según cifras recolectadas por el sociólogo y profesor de la Universidad Simón Bolívar, Iván De La Vega, quien estima que alrededor de 1 millón 200 mil venezolanos han abandonado el país en busca de mejores condiciones de vida. Muchos son jóvenes altamente cualificados en sus áreas de estudio, con post grados y maestrías, quienes se van sin planes de regreso.
“La calidad profesional del venezolano que está emigrando se está convirtiendo en un problema que va a impactar de manera negativa al país en los próximo 10 ó 15 años”, afirmó el investigador.
De La Vega, que desde 1995 se dedica a analizar los flujos migratorios nacionales, aclara que tal cifra obedece a cálculos propios de acuerdo con análisis de estadísticas de otros países –incluidos los censos- y organismos multilaterales que no toman en cuenta número de ilegales y que no siempre incluyen a personas que emigran con pasaportes de una segunda nacionalidad.
Además acota lo delicado del manejo de data en esta materia. “Las estadísticas son estimaciones aproximadas y eso mañana cambia porque hay gente que fallece, hay gente que migra a otro país, hay gente que vuelve por depresión, hay gente que regresa porque no consigue lo que pensó”, explicó el experto.
Sin embargo, sus estudios han sido capaces de demostrar una tendencia importante de personal altamente calificado saliendo del país. Ejemplo de esto es el caso de Estados Unidos, citado por el experto en sus investigaciones. De los cerca de 54 millones de latinoamericanos viviendo legalmente en EEUU para el año 2013, 260 mil eran venezolanos.
La cifra no suena alarmante si se compara con la de otros países como México (33 millones) o Colombia (entre 1.4 y 1.2 millones). Pero visto con más detenimiento se descubre otra realidad. De La Vega procedió a dividir la cantidad de emigrantes de cada país entre las poblaciones de sus naciones de origen. El resultado arrojó a Venezuela como el país del que proporcionalmente emigran más personas a EEUU en Latinoamérica, solo superado por México.
El experto también recolectó datos sobre las características de la población que se va a EEUU. 48% de los emigrantes son calificados versus 52% que no lo son, las mujeres están mejor preparadas que los hombres y la tasa de venezolanos sin trabajo en EEUU es solo de 8%, lo que coloca al país como el mejor posicionado de Latinoamérica en materia laboral.
La emigración venezolana ha sido reconocida incluso por funcionarios internacionales. La canciller colombiana María Ángela Holguín reportó la permanencia de 250 mil venezolanos en ese país, aparte de los 250 mil que tienen movilidad constante.
Pero quizás la cifra más preocupante sea una recolectada por De la Vega a través de sus redes de contactos internacionales. 96% de los venezolanos que emigran no tienen planes de regresar.
Aquí un video del vivo ejemplo de la fuga del talento humano venezolano:
Aprovechar el talento
Una vez fuera del país los profesionales venezolanos no tardan mucho en ser captados por empresas, institutos, universidades e incluso gobiernos que, sin haber invertido en su formación, pueden aprovechar el conocimiento. Incluso, dependiendo del caso, pueden llegar a monopolizarlo.
“Quienes están afuera son venezolanos que están enfocados en su trabajo, muchas veces a tiempo completo, y algunos tienen documentos firmados que dicen que su conocimiento es de la institución de la que trabajan, entonces no son libres para dar aportes”, afirma Vega.
En este sentido, destaca la importancia de crear instituciones que vinculen a quienes han decidido emigrar con Venezuela. El experto hace referencia al concepto de diáspora intelectual presentado por el investigador Remy Barré quien define a este grupo como “personas de alto nivel de calificación que emigran de un país de menor desarrollo a uno de mayor desarrollo y se reconectan con su país de origen formalmente a través de proyectos de investigación, asesorías, cooperación, visitas, o con agentes de trabajo para impulsar la investigación”.
Este concepto no se aplica en Venezuela porque, explica De La Vega, “al Gobierno no le interesa reconectarse con la gente cualificada que ha salido del país en los últimos años”. Sin embargo, el investigador se encuentra trabajando en un proyecto que satisfaga esta necesidad a través de la creación de una red global de venezolanos emigrantes altamente calificados.
El proyecto que aún se encuentra en fase de financiamiento tiene tres objetivos: fomentar la vinculación de quien está afuera con proyectos concretos para el país, crear las condiciones para promover el retorno de los emigrantes y mejorar las capacidades y la consolidación de las instituciones.
De La Vega recuerda que en Latinoamérica existen programas exitosos en ese sentido: Colombia tiene a la Red Caldas, Chile a Chile Global, Ecuador a Prometeo, Argentina tiene el programa Raíces, Uruguay el Programa Global de Vinculación y México tiene el Fondo de Repatriación de Científicos y Tecnólogos. Además, Costa Rica tiene Costa Rica Global, “y los países centroamericanos, que son países muy pequeños, con mucha debilidad económica, se incorporan a las redes especializadas”.
Hubo un tiempo en que Venezuela intentó contactar a su talento fuera del país. Relata De La Vega que la única experiencia en este tipo de programas fue en los años 90′, durante la presidencia de Rafael Caldera con el Programa Pérez Bonalde pero fracasó después de un año: “Solo se pudo repatriar o invitar a 15 personas de alto nivel al país. La primera estrategia era la repatriación y la segunda etapa era dar ciertas garantías de financiamiento e inserción en el tejido socio-institucional de la ciencia y la tecnología. No tuvimos impacto porque fallaron las políticas institucionales adecuadas”.
El analista explica que había una tercera etapa relacionada con invitaciones “pero eso no sucedió y tampoco se ha vuelto a hacer el intento”.
Razones de fuga
Pero reconectar con quienes están afuera es sólo una arista del problema. Otro ángulo son las razones que motivan el deseo de abandonar el país, en especial dentro de los sectores más jóvenes de la población.
De La Vega realizó una encuesta a 1200 estudiantes de pregrado y post grado en cuatro universidades del país: la Simón Bolívar, la Central, la Católica y la Metropolitana. En cada una se encuestó a 300 estudiantes de diversas áreas de estudio (medicina, ciencias sociales, ingeniería y ciencias básicas).
“Logramos identificar cuáles son los principales problemas del país”, afirmó De La Vega al explicar que la primera parte de la encuesta tenía este foco. Según los resultados el mayor problema para los estudiantes es la inseguridad, segundo el tema laboral, la polarización política de tercera y el cuarto el tema de la inflación y la dificultad de acceso a productos básicos.
Cuando se les preguntaba a los estudiantes a dónde quería emigrar estos respondían opciones tradicionales como Estados Unidos (principal receptor de emigrantes venezolanos), España, Australia, Colombia; pero no dejaron de lado opciones menos convencionales como Panamá y Costa Rica e incluso Ecuador, nación que, según explica De La Vega, tiene un programa de captación que se ha llevado a varios científicos.
El recurso humano de un país, finaliza De La Vega, es primordial para su desarrollo. “No hay ni una alarma por parte del Estado con lo que está pasando. Ya hay cátedras que se están quedando sin profesores en las universidades. Lo más importante de las instituciones es su capital humano y el capital intelectual es importantísimo para que pueda salir adelante una sociedad”.