(A Todo Momento – Infobae) — Mark McCracken creía que sería otro día apacible de pesca sobre su kayak. Y todo parecía indicarlo que así sería: un cielo pleno, sin una nube, y con el sol apuntado en lo alto. Las condiciones estaban dadas para atrapar algún pez. Sin embargo, nunca se esperó lo que le ocurrió aquella mañana.
McCracken, mientras remaba, notó que era seguido por un tiburón. Lo divisó por su inconfundible aleta. Acto seguido, el pez embistió con violencia el kayak. En ese momento pudo apreciar que se trataba de un tiburón martillo.
El hombre, antes que acobardarse y entrar en pánico por el ataque, utilizó su remo como arma y comenzó a golpear al enorme pez. No había otra salida, la vida estaba de por medio, era él o el tiburón.
Una batalla épica había comenzado: McCracken golpeaba al tiburón con su remo, este se marchaba para luego regresar y embestir con furia el pequeño kayak. Y así por varios minutos.
McCracken emitía gemidos, se mostraba cansado, mientras el tiburón lo rodeaba. “Él no gusta nada de mí”, dijo mientras observaba dónde estaba el pez e intentaba remar con rapidez hasta la orilla.
“¿Qué haces, hermano? Vete de aquí”, añadió mientras seguía remando y amenazando con golpearlo con el remo.
El hecho sucedió en septiembre de 2015 en Gaviota Beach, cerca a Santa Barbara, California. Pero se viralizó recientemente y la historia fue reproducida por Yahoo News Australia.
Al llegar a la orilla, ya a salvo, McCracken señaló al mar y mostró que el tiburón seguía allí, acechante y retador.