(A Todo Momento) — Max Werenka miró en las profundidades del Lago Griffin en Canadá. Desde su tabla de remo, el adolescente de 13 años podía distinguir el contorno de un objeto rectangular que descansaba a unos seis metros debajo de la superficie del agua.
Por Allyson Chiu | Infobae
“Podías ver algo casi como una sombra, como una huella”, dijo Max al Washington Post. “Entonces, podías ver algo brillante”.
El adolescente canadiense inmediatamente dedujo que el sol estaba reflejándose en una parte de un tubo de escape: estaba viendo la parte de atrás de un auto sumergido.
La Real Policía Montada de Canadá (RCMP) dijo que lo que Max encontró fue una pieza clave para averiguar que pasó con una mujer que desapareció 27 años atrás, un caso de desaparición que muchos temía que no sería resuelto jamás.
“La RCMP probablemente estará buscando a este chico para un posible empleo“, dijo Thomas.
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Era un soleado día de agosto cuando los huéspedes que se quedaban en las cabañas del lago, propiedad de la familia Werenka, llamaron para decirles que el adolescente había entrado al agua, dijo su madre, Nancy Werenka, al Post. Los visitantes habían estado explorando en la mitad del lago cuando vieron un objeto brillante y quisieron que Max entrara a echar un vistazo, dijo Werenka.
Una vez que Max y el grupo concluyeron que habían encontrado un auto hundido, regresaron y comenzaron a revisar información en internet, dijo Werenka. La investigación reveló que cuatro personas habían sido rescatadas en 2009 después de que su auto cayera en el lago, que limita con un tramo de la carretera transcanadiense que atraviesa las montañas del sureste de Columbia Británica.
“En ese momento, nosotros solo asumimos que ese auto había permanecido ahí desde el rescate en 2009“, dijo. “Nosotros lo llamamos… no pensamos mucho en eso”.
Todo cambió al día siguiente, cuando un oficial de la RCMP vino al lago a hacer un picnic con sus parientes, dijo Werenka.
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“Nosotros solo le mencionamos al oficial que había un vehículo en el lago, no podíamos creer que no hubiera sido recuperado en el rescate original“, explicó. “Él nos dijo: ‘bueno, de hecho estoy muy seguro de que el vehículo fue recuperado del lago, entonces necesitamos investigar esto más a fondo”.
Poco después, Werenka dijo que una pareja de Mounties fue enviada a la propiedad y Max los condujo a un lugar a unos 3 metros de la costa oeste del lago que abraza la carretera. Las condiciones del agua, sin embargo, dificultaron la vista del auto sobre la superficie del agua, por lo que Max grabó con su GoPro, dijo su madre. Con ayuda de su cámara sumergible, el adolescente se zambulló dentro del agua, grabando todo el tiempo. En las imágenes, entregadas después a los oficiales, se puede ver la parte trasera del carro que descansa sobre el fondo rocoso del lago.
Varios días después, el 24 de agosto, la policía volvió, trayendo consigo una grúa y un equipo de buceo, de acuerdo con los nuevos descubrimientos. Un “viejo modelo Honda Accord” fue sacado del lago y dentro, las autoridades realizaron un espeluznante descubrimiento: el cuerpo de una mujer.
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Blankey dijo a CTV News que los buzos pudieron obtener la matrícula del auto y pronto tuvieron un nombre: Janet Farris, de 69 años, una mujer de Vancouver Islant que desapareció en otoño 1992 mientras manejaba sola a una boda en Alberta.
“Dos semanas después, recibimos una llamada de la familia en Alberta para preguntar por qué no llegó a la boda”, dijo el nieto de Farris, Erin Farris-Hartley, a Global News, “entonces, ella había estado realmente desaparecida por dos semanas sin que nadie supiera nada”.
Conforme el tiempo pasaba y la desaparición de Farris seguía sin resolverse, su familia comenzó a sacar sus propias explicaciones.
“Nosotros suponemos que tal vez se salió del camino o se quedó dormida, o se trató de un accidente o un animal en el camino“, dijo el hijo de Farris, George Farris, a Canadian Broadcasting Corp.
Cuando Farris viajaba por la autopista, dijo Weerenka al Post, el tramo de carretera más cercano al Lago Griffin era mucho más estrecho que ahora y “no tenía barricadas de cemento” que separaran a los autos del empinado terraplén.
En el comunicado de agosto, la policía dijo que ellos no creían que ningún tipo de delito estuviera relacionado con el choque.
Encontrar a Farris, dijo Werenka, es el resultado de “toda una serie de coincidencias”. “Es solo una muy muy triste historia”, agregó.
“Mi esposo, mi tío y toda nuestra familia estamos agradecidos con él”, dijo a Global News.