(A Todo Momento)— El cáncer de mama es uno de los más frecuentes en la mujer, se ha detectado que por lo menos ocho de cada diez mujeres en todo el mundo tuvo, tiene o tendrá cáncer por lo menos una vez. Existen diferentes afecciones que pueden ser entre benignas y malignas, lo importante es que la persona acuda a su médico y sepa detectarlas a tiempo. “Las mujeres se acercan al mastólogo cuando notan algún cambio en las mamas. Es habitual que muchas consulten, por ejemplo, al sentir dolor, y si bien son pocas las veces en que los síntomas que la llevan a la consulta estén directamente relacionados con el cáncer de mama, deben ser tenidos en cuenta y estudiados”, dijo el vicepresidente de la SAM, Eduardo González. Y agregó: “En general, se trata de cambios fisiológicos (normales) que ocurren en la mama de la mujer entre la primera menstruación y la menopausia”.
Sentir dolor o molestias en las mamas, notar pequeñas nodularidades, aumento de tamaño, sensación de bulto en algún sector, e incluso secreción por el pezón, son síntomas que pueden aparecer con cierta frecuencia en mujeres de entre los 20 y 30 años. Signos que deben ser analizados por un mastólogo.
“Luego de un correcto examen, el especialista podrá aclarar el origen de estos síntomas e indicar el tratamiento más conveniente. Siempre que no haya razones para sospechar que se esté en presencia de una enfermedad maligna, éstos responden habitualmente a la denominada displasia mamaria, que antes que una enfermedad es una condición de la mama que ocurre en la mujer fértil, y que se debe a un desequilibrio hormonal”, comentó el mastólogo Luciano Cassab.
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La displasia se manifiesta con aumento de tamaño de las mamas, nodularidades y dolor, generalmente en la segunda mitad del ciclo, y el tratamiento suele consistir en analgésicos (antiprostanglandinicos) que ayudan a calmar las molestias”, especificó Cassab. La detección de un quiste puede hacerla la propia paciente durante el auto examen mamario o el especialista en la consulta, pero también pueden ser encontrados en los estudios de imágenes de mama (mamografía y ecografía) que permiten detectarlos cuando no son palpables, y evidenciar la característica líquida de su interior, “esto último es lo que los diferencia de los nódulos que son formaciones sólidas o compactas constituidas por células mamarias, mientras que los quistes son formaciones benignas producto de la acumulación de la secreción de la glándula mamaria en sus distintas estructuras”, amplió.
El tratamiento de este tipo de afecciones varía según el caso: “Ante la presencia de un quiste simple, la conducta es expectante, manteniendo la periodicidad de los controles que indique el especialista. En el caso en que estos quistes simples sean sintomáticos (dolor), ya sea por su tamaño o por la localización, se procede a evacuarlos por punción con aguja fina en consultorio; un procedimiento de baja complejidad y que no requiere anestesia local”, explicó.
Vía Infobae