(A Todo Momento) – La endohomofobía es más común de lo que creemos y lo peor es que se alimenta de prejuicios que se han impuestos por los estereotipos de la sociedad. Por David Gallardo
“Aunque parezca contradictorio, las personas sexodiversas no solo padecen discriminación, también pueden ser responsables de tratos discriminatorios hacia otras personas sexodiversas. La endohomofobia es posible porque las personas sexodiversas comparten los mismos estereotipos que el resto de su sociedad”, así lo definió el grupo Rompiendo la Norma, una organización venezolana que se comporta como un “circulo de investigación y discusión” sobre la diversidad sexual y de género.
Aunque esta es una definición específica y directa, Luis Mancera, uno de los integrantes de esta organización, considera que “la salida del closet jamás se consuma totalmente porque siempre se manifiesta la homofobia internalizada. Y se manifiesta porque “me aferro, como sujeto occidental, a la hetenormatividad (mecanismo normativo del Patriarcado que hegemoniza lo heterosexual como forma de control, de norma, de representación simbólica)”.
Mancera, hasta cierto punto, bromea y resume su explicación, diciendo: “El gay atenta contra el sistema, ¡qué problema que yo siendo “gay” me de miedo (homofobia) el gay mismo!”.
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Mancera solo toca la superficie del fenómeno, pero otros especialistas ven esta situación como un aspecto que se repite constantemente, factor que atenta completamente con la unificación que busca la Comunidad LGBTIQ para la reivindicación de muchos derechos civiles, inclusive del rescate de la educación sexual, género y de identidad, que muchas personas desconocen.
Hasta este punto podemos darnos cuenta que el peor enemigo es la ignorancia, pero la endohomofobia se sostiene también del miedo y el rechazo .
Justo como lo detalla un artículo en el portal web “Breinguash”, una persona con homofobia internalizada tiene un número de incongruencias en su comportamiento, lenguaje y discurso. Un personaje al azar podría tener cierta postura afeminada, pero prefiere que sus acompañantes sexuales sean totalmente masculinos o al menos sigan la postura que indica la sociedad, de igual forma podría argumentar que la lucha de la Comunidad LGBTIQ no tiene fuertes bases, justas o necesarias, además de ser comandadas por personas llenas de gestos o conductas afeminadas.
Rasgos psicológicos
Siempre se ha tenido la pregunta sobre la discriminación: “¿es un comportamiento aprendido o es parte de la psiquis humana?”, con respecto a esta interrogante y al tema que estamos analizando, el psicólogo venezolano, Luis Alejandro Olivares, nos explica que si bien “la discriminación es un comportamiento aprendido, también es algo inherente al ser humanos, puesto que es la forma más básica de organización mental”.
“La educación puede reducir el impacto que tiene ser discriminado (…) pero lo importante es que no se enseñe para no discriminar solamente. Sino también que se enseñe a ser fiel a lo que se siente, a lo que se es, a lo que se quiere mostrar”
Sin embargo, desde la perspectiva de su colega, David Garcia, identifica que existe un trastorno llamado “orientación sexual egodistonica”. Que es cuando la orientación sexual de la persona no corresponde con la imagen ideal que tiene de si mismo. Es cuando alguien es homosexual pero en su visión de si mismo se ve heterosexual.
“La endohomofobia es parecida solo que la discrepancia es entre la sociedad. La persona no tiene problema con ser homosexual sino con el hecho de que sea algo visible. Es esta gente que quiere hombres masculinos, varoniles, no afeminados por considerarlos rasgos homosexuales cuando hay hombres heterosexuales con esos rasgos.”, aclaró García.
Finalmente, la educación y la conversación sobre la diversidad sexual, de género y de identidad es la primera opción que tenemos para combatir este tipo de fenómenos. La destrucción de los estereotipos, que se han moldeado con el pasar de los años, es uno de los primeros pilares que necesita construir la Comunidad LGBTIQ para reforzar sus metas, las cuales se encabezan por la igualdad como seres humanos y ciudadanos del mundo.