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La homofobia en Singapur está vivita y coleando. Acosan a pareja gay por beso en el metro

(Redacción A Todo Momento – vía Órbita Gay) Una pareja está siendo sometida a un severo acoso después de que una persona les tomara una foto cuando se daban un beso en el metro de Singapur y la publicara en un medio de comunicación local acompañada de un texto homofóbico que se ha vuelto viral en las redes sociales. “Respeto a los derechos de todos, pero esto es simplemente repugnante en un espacio público”, escribía Melinda, la autora de la fotografía y el artículo. Aquí te traemos el texto completo y traducido.

Querido All Singapore Stuff.

Esto es lo que vi este domingo en mi viaje por metro de regreso a casa. Dos hombres besándose abiertamente en el tren. Todos los miraban. Tuve la amabilidad de tomar la foto sin una toma directa de la cara del chico.

Yo respeto a los derechos de todos, pero esto es simplemente repugnante en un espacio público.

¿Qué pasa si mis hijos ven esto y me preguntan “Mamá, ¿por qué están besando esos dos hombres?”

Tendría que responder: “Es lo mismo que el amor normal y el matrimonio, la única diferencia es que un hombre abre sus nalgas para que el otro ponga su parte privada dentro, pero al final no salen bebés, sale SIDA”

¿Es este otro truco publicitario de la comunidad gay?

La mayoría de las personas en Singapur ya saben que existen, pero preferirían que simplemente vuelvan al closet y dejen de buscar atención.

Recientemente, el ministro Chan Chun Sing habló valientemente contra las exhibiciones públicas de homosexualidad en Singapur. Estas fueron sus palabras: “No voy a discriminar … (eres libre de hacer) lo que quieras detrás de las puertas de tu dormitorio … No es mi problema. No soy un policía sexual … Pero si usted le dice a todo el mundo que defienda a las personas pro-LGBT o anti-LGBT, puede causar divisiones sociales, así que (tengo que intervenir) para ser el policía social”.

Parece que realmente necesitamos policías sexuales como el Sr. Chan y leyes más estrictas para mantener bajo control los impulsos de la comunidad gay. La minoría gay puede hacer lo que quiera en su dormitorio, pero no debería estar dando vueltas promoviendo el estilo de vida gay y exigiendo el matrimonio gay. Pueden ser gay, pero tenemos nuestro derecho a no aceptar su comportamiento en público. Una gran mayoría de los singapurenses no aprueban el matrimonio homosexual y es poco probable que cambiemos de opinion a corto plazo. Singapur no debe degenerar en un todos contra todos donde los hombres gays pueden descaradamente ir por ahi arruinando las nalgas de los muchachos en nombre del amor, sin temer las consecuencias de sus acciones.

Los homosexuales deben estar agradecidos de que tengan su Pink Dot anual. Nosotros, como la mayoría moral, ya les hemos dado suficiente espacio público. ¿Qué más quieren? ¿Fiestas de sexo gay? ¿Desfiles gay? ¿Ser capaz de enseñar a los niños sobre el sexo gay? Algunos de ellos no están contentos con Pink Dot y la intimidad en privado. En cambio, quieren hacer alarde de su homosexualidad en público y “confrontar” a las parejas heterosexuales normales hasta que las acepten como normales y las vean como igualmente “casadas”. No, las relaciones homosexuales no son normales y por lo tanto nunca serán iguales a un matrimonio real entre un hombre y una mujer. Tenemos que dibujar la línea en algún momento. Para muchos de nosotros, la vida no es sólo sobre el cumplimiento de fetiches sexuales que se atribuyen falsamente a la genética.

Melinda.

 

Este articulo ha sido compartido 80.000 veces en facebook y 3.000 en twitter. El problema es que, a pesar de que Melinda ha tenido la amabilidad de difuminar el rostro de los dos jóvenes que aparecen en la imagen, uno de ellos ha sido reconocido, motivo por el que ha revelado la ansiedad y el estrés que le ha causado.

“Me sentí mortificado y violado”, explica la víctima, Peter Eggenhuizer, quien afirma que la autora del artículo se ha excedido atacando su demostración de amor y cariño, por lo que siente “la necesidad de superarlo y crear conciencia de que esto es inaceptable”. De origen australiano, Eggenhuizer considera que a pesar de que en Singapur la homosexualidad sigue siendo ilegal, muchas personas apoyan a la comunidad LGBT. Afirma que seguirá “difundiendo mi amor y lo haré a mi manera. Difundiendo amor, no odio”.