Thomas Piketty, investigador económico, autor de ‘El capital en el siglo XXI’, en una entrevista para en diario La Vanguardia.
Tengo 43 años: vi caer el Muro y eso me vacuna contra cualquier tentación marxista. Nací en Clichy. Soy internacionalista y quiero construir los Estados Unidos de Europa, porque sin ellos perderemos prosperidad e igualdad. He inaugurado el curso de Económicas de la UPF .
– Por qué aumenta la brecha entre ricos y pobres?
Hemos investigado tres siglos de historia económica del mundo y una de sus leyes explica la tendencia a la desigualdad social: el interés r (de return) que perciben los ricos por su capital tiende a ser mayor que el crecimiento económico g (de growth).
– ¿Es inevitable que crezca más el dinero de quien lo tiene que el de quien lo gana?
Es una tendencia que no implica que la desigualdad crezca para siempre, pero explica que se puede perpetuar. También explica por qué los millonarios pueden vivir de rentas y algunos dedicarse al arte y la cultura en vez de limitarse a tratar de sobrevivir.
– ¿La tecnología no cambió la ecuación?
La revolución industrial aumentó el crecimiento desde el menos del 1%, que se iba repitiendo, a más del 1%, pero, a su vez, también incrementó los beneficios de los ricos hasta el 5% e incluso el 7% anuales.
– ¿Cuándo nació la clase media?
Tras el shock de las guerras mundiales, cuando la diferencia entre g y r se redujo sólo gracias a la movilidad social y la innovación requeridas para la reconstrucción.
– Pero no queremos más guerras.
Por eso debemos conseguir prosperidad para repartir aun con menor crecimiento. Hoy el crecimiento en la UE es casi cero. Si su gobierno no fuera tan malo, podríamos llegar al 1,5%, lo que en una generación supondría renovar casi la mitad de la economía.
– ¿Por qué es mala la gestión de la UE?
Le daré un dato: no puede ser que Italia gaste el 7% de su PIB en pagar los intereses de su deuda y sólo el 1% en sus universidades.
– Deme soluciones.
Cuando no hay crecimiento, como ahora, la desigualdad aumenta y los ingresos y sueldos se estancan, pero los intereses que rinde al millonario su capital siguen creciendo.
– ¿Qué hacer para evitarlo?
Favorecer el crecimiento y frenar la desigualdad: España, por ejemplo, debe aumentar los impuestos sobre el capital acumulado y reducir los impuestos a los salarios.
– Los asalariados le escuchamos.
En cambio, los países de la UE compiten por atraer inversiones bajando impuestos a las multinacionales. Para compensarlos, hacen pagar más a trabajadores y pymes y eso penaliza la creación de empleo y crea paro.
– Pero si les hacen pagar más, ricos y multinacionales huyen a paraísos fiscales.
Sí, pero las grandes corporaciones ya pagan menos aquí en la UE que en EE.UU., donde tributan hasta el 40% de sus beneficios.
– ¿Qué propone?
Construir una UE más unida con una fiscali- dad única y sin fugas a paraísos fiscales.
– Además de crear impuestos, ¿tiene otras medidas que frenen la desigualdad?
Invertir más en educación para fomentar la innovación que fomenta el crecimiento.
– ¿Es posible dentro del capitalismo?
Hay muchas maneras de organizar el capitalismo y las mejores son las que favorecen el acceso a la educación de calidad para todos.
– ¿La desigualdad puede ser necesaria?
Depende del grado. Creo, con los revolucionarios franceses, que “las distinciones sociales deben basarse en el interés común”, pero no hay ninguna fórmula para acertar ese grado de desigualdad social necesario; sólo hay experiencias históricas imperfectas.
– Por ejemplo.
Antes de la I Guerra Mundial el nivel de desigualdad europeo era tan alto que frenaba el crecimiento: el 10% más rico se quedaba el 90% de la riqueza. Y era malo para todos.
– ¿Hoy peligra la clase media?
Para mí la clase media es el 40% que no está ni entre el 50% más pobre ni entre el 10% más rico. Y hace un siglo ese 40% no existía: el 90% era pobre y punto. Hoy el 60% de la riqueza –el 70% en EE.UU.– va al 10% millonario, que aumenta su dinero tres ve-ces más rápido que la media.
– ¿Las clases medias van a extinguirse?
Hoy la clase media recibe sólo el 20% de la riqueza. Y disminuye: en EE.UU. ya no es el 40% de la población, sino apenas el 30%.
– Pero las listas de millonarios relucen.
Porque los ricos aumentan cada año un 8% su fortuna mientras la riqueza media apenas crece el 1%. Por eso propongo un impuesto universal progresivo para millonarios que nos haría más prósperos a todos.
-¿Qué grado de desigualdad puede resistir una democracia?
En EE.UU, en los años treinta, pese a ser una democracia formal, los más ricos se apropiaron del Estado y así capearon las tensiones sociales. Eso vuelve a pasar hoy.
– ¿Cómo evitarlo?
Con equidad fiscal para reducir la desigualdad extrema que frena el crecimiento.
– ¿Catalunya sería mejor sin España?
Puede ser el peor o el mejor de los mundos, pero si aspira a convertirse en otro paraíso fiscal no será bueno para nadie. El futuro es de las interdependencias y lo básico es la fiscalidad. No queremos más paraísos fiscales.
¿Y la UE sería mejor con otro Estado?
Si en el Europarlamento los catalanes están representados por separado o como España da igual, pero si son otro Estado más y todos con derecho de veto, sería fatal.
LLUÍS AMIGUET
La Vanguardia.