La popular serie de televisión “Game Of Thrones”, original de HBO, donde un pequeño grupo de familias confabulan entre sí, no sólo se trata de reyes, castillos, dragones y la conquista del trono de hierro, si nos apartamos un poco de la idea original podríamos ver el grado en que el programa se refleja con el Estados Unidos contemporáneo, esto según las afirmaciones de académicos, fanáticos y autores del programa.
Si bien, en el mundo real, no veremos a dragones vaporizando a mandatarios en medio de un discurso, y mucho menos a candidatos envenenando a sus rivales en una boda, aunque a muchos les gustaría hacerlo, el programa ofrece paralelismo políticos y raciales entre el mundo de Westeros y Estados Unidos.
Aquí cuatro de los parecidos por John Blake:
Solo los élites pueden jugar: No hay clases medias en Game of Thrones.
Es un mundo masculino: Perfectamente su banda sonora podría It’s a Man’s Man’s Man’s World de James Brown.
Parálisis política, incluidas la migración: El precio de la parálisis política es uno de los mayores temas en Game of Thrones, y un tema persistente en la política estadounidense, dicen los académicos y fanáticos.
Una nación vive más allá de sus medios: La deuda nacional, en Estados Unidos como en Westeros, aterra a los líderes políticos.