El canciller argentino, Héctor Timerman, destacó que la petición del G77 y China a Naciones Unidas para regular reestructuraciones de deuda puede aprobarse por mayoría simple en la Asamblea General y confió en el respaldo de muchos países con situaciones similares, en una entrevista publicada hoy.
“Después del fallo del juez Thomas Griesa y de la campaña encarada por los fondos buitre de lobbying y de ataque publicitario, muchos países se dieron cuenta de dos cosas. Una, que la situación se estaba volviendo explosiva. Y otra, que el vacío legal es enorme”, dijo Timerman en una entrevista al diario Página 12.
“Ante esta realidad muchos dijeron: ‘Lo que le pasa a la Argentina puede ser nuestro futuro‘”, añadió el canciller.
Timerman explicó que la petición del G77 y China para abrir una vía hacia la regulación de las reestructuraciones de deuda soberana, que se someterá a votación el próximo día 9, podrá ser aprobada por mayoría simple en la Asamblea General de la ONU y no estará sometida a la capacidad de veto que tienen varios países en el Consejo de Seguridad.
“Evidentemente no alcanza con buscar consenso. El consenso total no existe. No se logró nunca. Por eso el G77 lleva el tema a la Asamblea General. Ahora, que la ONU vote”, subrayó.
“Ni puedo contar la cantidad de cancilleres y presidentes que me llamaron diciendo que sufren problemas parecidos a los nuestros y no hallan el modo de resolverlos”, destacó el funcionario.
Para Timerman, las decisiones del juez neoyorquino Thomas Griesa en el conflicto entre Argentina y los fondos especulativos “muestran que es imposible la reestructuración de deuda soberana en condiciones justas sin un acuerdo entre todos los países”.
“Los gobiernos decidieron que después de 12 años de esperar y sacar resoluciones es mejor diseñar un marco regulatorio para que la reestructuración de deuda soberana tenga un carácter no solo económico sino también político y social”, añadió Timerman.
“Algunos países insistieron con mucha fuerza diciendo que las reestructuraciones de deuda eran parte de las atribuciones del Fondo Monetario Internacional (…). Lo cierto es que tampoco el FMI lo resolvió”, apuntó el ministro, quien defendió que la deuda es una cuestión “soberana” y por tanto debe tener una convención internacional votada en la ONU, donde tengan voz todos los países.
“Una convención no es en contra de nadie sino a favor de todos. Viene a resolver un vacío legal que afecta a la mayoría de los países del mundo”, recalcó.
Argentina atraviesa una crisis de deuda derivada de la sentencia favorable a los fondos especulativos que no aceptaron las quitas de los canjes de deuda planteados por Argentina en 2005 y 2010 y demandaron al país en Estados Unidos para cobrar el monto íntegro.
Como parte de la aplicación del fallo, el juez Griesa mantiene bloqueados los pagos depositados por Argentina a los tenedores de bonos reestructurados (el 92,4 % del total) hasta que Argentina pague los 1.300 millones de dólares, más intereses, que debe a los fondos litigantes.
Por su parte, el Ejecutivo de Cristina Fernández asegura que no está en cese de pagos porque ha depositado el dinero, aunque no haya llegado a sus destinatarios, y sostiene que no puede cumplir la sentencia porque desencadenaría demandas millonarias por parte del resto de los acreedores.
Para Timerman, “el default (cese de pagos) no es un problema argentino, más allá de que la Argentina hoy no está en default y que por eso no se pagaron los seguros de default correspondientes. Las consecuencias del default son expresión del fracaso producido por la falta de reglas internacionales”.
EFE.