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Ángel Contreras lucha por un mejor país para sus hijos

(Redacción ATM, Agencia de Noticias)

El pasado 8 de mayo del 2014, en horas de la madrugada, fue detenido el joven Ángel Armando Contreras Ravelo, de 28 años de edad, junto a 213 personas más, por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, mientras realizaban un operativo para desmantelar las protestas en las plazas de Caracas, llevándose detenidos a todos los que se encontraban en el campamento frente a la sede de la ONU, en Altamira.

Más tarde, para el 10 de mayo, estos detenidos fueron presentados ante los Tribunales Penales de la República, el tribunal 48 de Control del Área Metropolitana de Caracas, dicta la medida privativa de libertad en contra de Ángel, estableciendo como centro de reclusión la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), ubicada en el Helicoide, Caracas.

El 19 de Noviembre de 2014, dio inicio al Juicio Oral y Público ante el Tribunal 12° de Juicio del Área Metropolitana de Caracas, por los delitos que fue acusado.

Ha sido presentado ante tribunales en más de 20 audiencias, tendrá un nuevo encuentro con los tribunales este, martes, 6 de octubre 2015.

Su historia de lucha es extensa, ha participado en numerosas marchas y concentraciones pacíficas con su madre, quien ha sido un ejemplo de constancia y batalla en las exigencias por un mejor país. Fueron muchas las razones que llevaron a Ángel a formar parte de los campamentos frente a la ONU, Contreras Ravelo pensaba que así se mudara a Caracas, ya que se residenciaba en Guarenas, Edo. Miranda, consiguiera un mejor empleo, la situación política, económica y social de Venezuela no cambiaría, la inseguridad, inflación y la escases solo fueron los detonantes de su motivación para formar parte de aquella protesta, y  esa era su forma de aportar algo a su país, información proporcionada por su madre, Katiuska Ravelo.

Ese 8 de mayo, el ex Ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, mostró en rueda de prensa las presuntas pruebas, y dijo que se encontraron desde armas hasta droga en las afueras de los campamentos y en los otros 17 lugares donde jóvenes opositores se instalaron, algunos encadenados y sentados en las orillas de sus carpas. 

A pedido del Ministerio Público, una experta del laboratorio central de la GNB, profesional en sustancias ilícitas, expuso lo arrojado tras el análisis ejercido a los dos envoltorios presuntamente confiscados por un funcionario en la sede de ese campamento, resulto que los 36,6 gramos de polvo, era cocaína. Análisis que fue cuestionado por Gonzalo Himiob y Alfredo Romero, abogados defensores del Foro Penal, quienes señalaron que la cadena de custodia (término legal que se refiere a los indicios materiales relacionados con el procedimiento) indica que son 40 gramos y no 36,6.

Al final, la experta dio respuestas que no complacieron a la defensa, tras asegurar que no sabía dónde había sido incautado el material y excusarse por el informe que sostenía en sus manos y que contenía el acta escrita en la que su superior ordenaba el análisis de las muestras.

Ángel Contreras, sufre de migraña, le comentó a su madre que le dolía la cabeza muy seguido. La mujer se preocupó, le dijo que le pidiera una pastilla a uno de los funcionarios del Sebin que los esperaban afuera. Él le contestó que no, que probablemente el malestar se le pasaría cuando les dieran comida, la primera del día, casi a las 7 de la noche.

Katiuska Ravelo, madre de Ángel manifestó que los jóvenes se encuentran “pálidos” debido a que desde hace tres meses, luego de su detención: “no hay custodios para sacar a los muchachos a ver el sol. Antes los sacaban en grupo de 8 con 30 custodios, ahora no. Los muchachos están psicológica y anímicamente mal, porque quieren estar libres. Mi hijo padece de migraña, aunque en condiciones generales los jóvenes están bien. En mi caso no nos quejamos del trato de los custodios”.

Ángel Contreras fue acusado primero de camuflaje de armas y luego de posesión de armas, sin embargo, Ravelo detalló que durante la audiencia que se le sigue, el experto en balística había admitido que no revisó el arma de manera directa, sino de modus sui generis. “Lo hizo por medio de un documento facilitado por la PNB”, dijo el recluso.

Por otro lado, luego de 6 meses presos, y continuas peticiones por parte de los familiares y representante legal del Foro Penal, Ravelo, Carrero y Carlos Pérez fueron llevados hasta el Hospital Militar, para un chequeo médico completo. Despues de un chequeo general, no muy minucioso, Ravelo expresó su inconformidad con la consulta: “A los tres les dijeron que después les harían los exámenes. ¿Después?,  ¿cuándo?, si pasamos seis meses suplicando que los atendieran los médicos”

Fue tanto el maltrato que han sufrido estos presos políticos que, Ángel intento quitarse la vida semanas después de su cumpleaños, con unas pastillas que le había llevado su madre para calmar el dolor y controlar sus migrañas, momento en el cual fue atendido por unos paramédicos, nuevamente con una revisión superficial.

“El sufre de depresión por todo lo que ha pasado, además tiene dos gemelos de 2 añitos y una niña de 9 meses que ha tenido que ser hospitalizada, está enfermita. Eso lo pone peor”, cuenta la madre de Ángel.

A través de la red social Twitter, la madre de Ángel y varias personas más, alzaron su voz en apoyo a joven preso político.