La promoción y protección de los derechos humanos ha sido una de las mayores preocupaciones para las Naciones Unidas desde 1945, fecha en la cual los países fundadores de la Organización, acordaron impedir que los horrores de la Segunda Guerra Mundial se reproduzcan.
Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Pero en la Venezuela de hoy, bajo el dominio del “Socialismo del siglo XXI”, los DDHH parecen no tener garantía.
Venezuela durante estos 15 años de gobiernos “chavistas” no ha disminuido las cifras (extraoficiales) de homicidios producto del hampa desatada. Mucho menos el Ejecutivo ha demostrado, de manera convincente, que desea respetar los derechos fundamentales que consagra la Constitución Nacional. El derecho a la vida, para muchos ciudadanos, está en riesgo en la “Revolución”.
El pasado mes de febrero, en Venezuela se produjeron miles de protestas en todo el país. La respuesta del gobierno del Presidente Nicolás Maduro fue de reprimir cualquier “candelita que se prendiera”, utilizando toda la fuerza del Estado. El resultado de esta confrontación entre el gobierno y sus disidentes fue de 43 fallecidos, más de 3.000 detenciones y alrededor de 150 casos de tortura denunciados.
Por otro lado el derecho a una buena alimentación, trabajos y salarios dignos, se reduce a colas kilométricas en cualquier establecimiento comercial de Venezuela para lograr adquirir un paquete de Harina PAN o pañales. El derecho a una vivienda, para la mayoría de los venezolanos, es esperar un techo propio en un refugio.
Entre tantos casos que ponen en entre dicho los derechos humanos en Venezuela, se encuentra el de Leopoldo López, quien según sus familiares lo mantienen aislado. No se le permiten visitas. Solo pueden entrar sus abogados bajo vigilancia y se limita la asistencia de sus familiares. Se le ha lanzado excremento y orina en su celda. La juez Susana Barreiros no ha dado respuesta al mandato dado por la ONU de liberarlo. La imputación contra María Corina Machado por conspiración sin la debida presentación judicial de pruebas es otro caso para enumerar.
Sin embargo el gobierno del Presidente Nicolás Maduro ha vociferado en reiterados oportunidades que “respeta los DDHH”, además de incluir a Venezuela en cualquier organismo internacional para ratificar que se honran a los ciudadanos.
Pero ¿Para qué sirve que la nación pertenezca a organizaciones como Unasur y Mercosur? si la propia ONU ha fijado posición en el caso de Leopoldo López y no se le ha obedecido. Además la escasez, la falta de empleo, la inseguridad, la carencia de una vivienda digna son el pan nuestro de cada día del pueblo venezolano.
Con el transcurso del tiempo, distintos organismos internacionales han desarrollado un conjunto de instrumentos y mecanismos para asegurar la primacía de los derechos humanos y para hacer frente a las violaciones de estos derechos donde quiera que ocurran. Es por ello que a las futuras generaciones tienen la tarea de darle sentido a un día como hoy, de celebrar el Día Mundial de los Derechos Humanos. Una Venezuela segura, próspera y en donde se respete la manera de pensar de los ciudadanos será la mejor versión de disfrutar dicho día.
