La búsqueda de una vacante en cualquier colegio del país puede tomar varios meses, incluso años. De acuerdo con los datos de la Cámara Venezolana de Educación Privada hay un déficit de 2.000 planteles, situación que se agravó debido a la falta de inversión para la ampliación de las estructuras educativas existentes desde hace 4 años.
El déficit dificulta la escolarización de los niños venezolanos. Los padres que deseen obtener un cupo en este momento tendrán una tarea difícil. Al menos 24 colegios encuestados por El Nacional en Caracas indicaron que no poseen plazas disponibles para el año entrante.
Karla Franceschi, madre de un niño de 4 años de edad, por ejemplo, narró que inició su búsqueda en octubre de 2013. Luego de recorrer los colegios Bolívar y Garibaldi, Monte Carmelo, Elena de Bueno y Madre del Divino Pastor infructuosamente, optó por el colegio San Agustín de El Marqués.
“Hice una cola desde las 4:00 am para obtener la planilla de preinscripción. A esa hora me dieron el número 27. La cola ocupaba una cuadra completa”, relató.
Una experiencia similar la vivieron cerca de 90 personas apostadas a las puertas del colegio San Nicolás de Bari en Guarenas el pasado 12 de mayo. Las 3 mujeres que encabezaban la hilera llegaron a las 4:00 pm del día anterior, el resto se sumó durante la noche y la madrugada. Las 3 madres explican que tienen hijos de 6 años de edad. Sin embargo, la escuela dispone de una planta física reducida que limita la aceptación de nuevos alumnos.
“Esta situación es en todos los colegios. Yo llegué el año pasado a las 2:00 am y no pude obtener el cupo. Voy a intentarlo nuevamente. En la escuela de Fe y Alegría las preinscripciones fueron en noviembre pasado. Ya no hay cupo para nadie”, dijo una de las afectadas. Este es el único colegio que hay en Nueva Casarapa, donde viven 20.000 personas, aproximadamente.
En la misma cola, otra de las madres que pidió el resguardo de su identidad, indicó que hay varios colegios de la zona sin cupos desde hace dos años. La medida fue tomada para garantizarle una plaza a los hermanos de los alumnos regulares y a quienes solicitaron la vacante con años de antelación.
Susy Martínez, residente de Caracas y madre de una niña de tres años de edad, revela que la práctica es común en varios planteles. Indicó que tuvo que apuntar el nombre de su hija en una lista que se usará dentro de tres años.
“El cupo es para un colegio privado con mucha demanda. La escuela pública no tiene nada de calidad. Si hay pocas instituciones buenas es obvio que haya tanta demanda”, expresó.
Para Yuli Vivas es discriminatorio. “¿Cómo es posible que en enero, cuando apenas ha pasado un lapso solo haya cupo para los que tienen familia en el colegio?”. Vivas intentó inscribir a su hija en primer grado, donde se estrecha el embudo de la matrícula. Preguntó por meses en La Salle de Tienda Honda hasta que le dijeron que darían 60 planillas que debían descargarse de una página web en abril. “Desde las 6:00 am, mi esposo se puso en una máquina y yo en otra y siempre aparecía bloqueada la opción. Después supimos que quienes la obtuvieron se metieron de madrugada”.
Sin capacidad. María Teresa Curiel, presidenta de Cavep, señaló que la situación más crítica es para los aspirantes a ingresar a primer grado y primer año de bachillerato.
“La capacidad no ha crecido por la regulación. No se han abierto nuevos colegios de estructuras grandes. Se han creado centros de educación inicial, pero para primaria y secundaria no los hay. El déficit es más marcado por la migración de colegios oficiales a los privados. La gente de bajos recursos hace el esfuerzo por cambiar a sus hijos”, relató.
En los planteles públicos deben aguardar por los alumnos zonificados por cada distrito escolar. Los cupos también son limitados. Los alumnos son ubicados a partir de junio. Sin embargo, desde principios de año ya tienen una lista de niños y jóvenes que requieren de una escuela para estudiar
Gobierno. Estudian optimizar planteles
ANDREA MONTILLA K.
El número de planteles nuevos que requiere el país ha variado en los últimos años. Recientemente, el secretario de Educación de Miranda, Juan Maragall, aseguró que el déficit de escuelas alcanza las 5.000. Hace 2 años, la exministra Maryann Hanson, afirmó que se necesitarían 3.000 instituciones educativas.
No obstante, en el año escolar 2012-2013 el ministerio se dedicó casi exclusivamente a la dotación de materiales, transporte y reparación de mobiliario, relegando la edificación de colegios, según la Memoria y Cuenta 2013. La meta era construir 71 escuelas en el país, pero solo se concretaron 12 entre enero y diciembre de 2013. De los 505 planteles que se plantearon rehabilitar, solo se ejecutaron 149.
El pasado 5 de mayo, la viceministra de Comunidades Educativas, Soraya el Achkar, señaló que desconoce la cifra real de escuelas que faltan. “Nos hemos dado cuenta de que hay liceos que están subutilizados, que tienen una capacidad para 2.500 estudiantes y apenas tienen 700 chamos sentados. ¿Eso significa que necesitamos más escuelas? A lo mejor lo que necesitamos es optimizar más los espacios”, expresó.
El Achkar informó que actualmente realizan un estudio para conocer dónde se encuentran los planteles y cuál es su capacidad.