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Última película del Planeta de los simios contiene referencias bíblicas

(Redacción A Todo Momento).-  Las vivencias de los directores de cine tienen un papel importante en sus creaciones. Sutilezas que marcan sus trabajos y que adquieren especial relevancia en películas en las que sus tramas son ya conocidas.

Como es el caso de Matt Revees, quien ha querido dejar su seña como director de «La guerra del planeta de los simios».

Influencia cristiana

Revees, que ha vuelto a repetir tras su participación en el «Amanecer del planeta de los simios», nació en el seno de una familia cristiana. Probablemente, este sea el motivo por el que se podría explicar las nueve referencias bíblicas de la última película de la saga. De hecho, el propio director adelantó en entrevistas previas al estreno que César, el simio protagonista de la saga e interpretado por Andy Serkis, iba a «llegar a ser una figura mítica del mono, como Moisés».

El Rey de Egipto está presente desde el comienzo de la trilogía. César crece con humanos gracias al cariño que le ofrece Will Rodman (James Franco). Sin embargo, al final de la cinta comprende que su lugar se encuentra junto a sus iguales, a los que debe ayudar para que dejen de estar sometidos bajo el yugo de los humanos.

Una evolución del personaje que va acorde con la de la figura bíblica ya que Moisés vivió en la corte del Faraón y después se enfrentó a él para liberar al pueblo hebreo.

 Libro del Éxodo

A pesar de esta curiosa relación entre ambos personajes, el libro del Éxodo queda totalmente reflejado en la última entrega que, en ocasiones, se entremezcla con otros episodios de la Biblia. «La guerra del planeta de los simios» es el desenlace al conflicto entre humanos y monos, en la que César y sus simios se enfrentarán a un nuevo enemigo: el coronel. Una batalla para determinar la supervivencia de una de las dos especies.

Éxodo y Tierra Prometida

Los simios, cansados del enfrentamiento con los humanos, solo buscan vivir en paz y evitar más muertes. Por eso, deciden trasladar el poblado a un lugar en el que nadie los localice. César decide enviar a uno de sus hijos (tiene dos al igual que Moisés) para encontrar este espacio idílico. Mientras tanto, los humanos solamente se centran en averiguar dónde se hallan para matar a César y al resto de simios.

Una vez decidida la nueva tierra en la que vivirán, preparan una estrategia para no ser descubiertos por sus enemigos. Simios de todas las edades acompañados con sus pertenencias comienzan un largo camino que pondrá paz a esta guerra. Una imagen que rememora al éxodo de Moisés y su pueblo de Egipto. Sin embargo, un chivatazo cambia los planes.

El gorila albino, Winter, acude al coronel para contarle las intenciones de su poblado y así evitar su posible muerte a manos de los humanos. Una traición hacia César que emula la acción de Judas ante Jesús. Como consecuencia, son perseguidos, como hicieron los egipcios con los hebreos.

“Faraón” y esclavos

Una vez capturados, son retenidos para realizar trabajos forzosos. Los simios se convierten en esclavos. Trozos de piedras que deben ir colocando uno a uno para armar una fortaleza para el coronel. Trabajando de sol a sol, sin importar su estado y sin darles ni de comer ni de beber, deben completar adecuadamente las tareas. Un simple error conlleva un castigo a base de latigazos.

César, que había escogido otro camino, era ajeno a esta situación. Hasta que, en busca de venganza, se encuentra ante una escena desoladora. Cientos de simios han sido crucificados, un método antiguo de ejecución empleado por los romanos en la muerte de Jesús. De este modo, averigua el trágico paradero de su pueblo al que creía que ya estaría en un lugar seguro. Antes de que pueda reaccionar, es detenido.

Desanimado, perplejo e indignado por el trato que están sufriendo sus iguales, se rebela. Una acción que le lleva a ser crucificado también, representando así la imagen de sufrimiento del Mesías.

Los seguidores del coronel disfrutan de estos momentos y se burlaban de él como hicieron los soldados romanos. Por su parte, el coronel es representado como el Faraón al que se debe enfrentar Moisés. Él es la figura máxima del movimiento en el exterminio de simios y humanos afectados por el virus que ha mutado.

Observe a continuación el trailer