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ASEGURAN QUE MÁS SEXO GARANTIZA MEJOR TRABAJO EN FUTBOLISTAS

Recientemente, los médicos estadounidenses Aaron Carrol y Rachel Vreemann publicaron el libro ‘Don’t put that in there and 69 other sex myths debunked’ (No pongas eso ahí y otros 69 mitos sexuales desmentidos), en el que derriban la creencia de que los futbolistas u otros deportistas no pueden tener sexo antes de una competición.

“A muchos atletas se les dice que no deben tener sexo la noche antes de un partido importante, porque tendrán menos fuerza, menos concentración o insuficiente testosterona para lograr un desempeño fuerte y agresivo”, sostienen los autores del libro, sin embargo, sostienen que existen muchas posibilidades de que ocurra lo contrario.

En el marco de la celebración del mundial de fútbol Brasil 2014, se les pidió a los entrenadores y directores técnicos de las selecciones una respuesta sobre si de verdad les prohíben a los jugadores intimar antes de un partido, cada uno respondió lo que mejor le pareció. El de Brasil confesó que se les permite con moderación, otros, como el de México, afirmaron que esto está prohibido durante la temporada del mundial de fútbol, y algunos más metódicos como el de Costa Rica, afirmaron que solo se les permitirá en caso de que pasen a la segunda fase.

“La ciencia de lo que ocurre en el cuerpo durante y después del sexo, sugiere que los atletas en realidad podrían desempeñarse mejor si es que tuvieran sexo. En un estudio, los hombres que tuvieron sexo la noche anterior a un evento deportivo, tenían niveles más altos de testosterona al día siguiente que aquellos que no tuvieron sexo”, revelan los médicos. Y añaden: “También se ha demostrado que el sexo no tiene impacto en la fuerza muscular, el tiempo de reacción o la flexibilidad”.

Esta es una de las 69 creencias de las que Carrol y Vreemann -ambos pediatras que dicen ser también expertos en derribar mitos- hablan en su libro, con el objetivo de evitar que las personas “crean cosas respecto al sexo y sus cuerpos que simplemente no son verdaderas”. Pero, los autores no se basan en sus propios conocimientos para las desmitificaciones, sino que indagaron en la literatura médica buscando estudios científicos para probar si cada idea planteada es verdadera o falsa.

Con información de: Aló.