Joel García, abogado y miembro de la asociación civil Fundación por los Derechos y Equidad Ciudadana (Fundeci), ofreció un balance del caso del asesinato de Bassil da Costa, sucedido en los violentos disturbios a los predios del Ministerio Público en Caracas el pasado 12 de febrero.
La audiencia preliminar culminó el pasado 17 de junio. Fueron liberados bajo medida cautelar y régimen de presentación siete de los ocho ciudadanos presentados, bajo los delitos de uso indebido de arma orgánica, quebrantamiento de pactos y acuerdos internacionales. Se ordenó pase a juicio y privativa de libertad a José Perdomo Camacho, funcionario del Sebin, por los delitos mencionados más homicidio calificado con alevosía y motivos innobles, por los que enfrenta una posible condena de 22 a 25 años.
García explicó que la experticia balística presentada por el Ministerio Público determinó que el proyectil que asesinó a Bassil da Costa provino del arma de José Camacho. Además agregó que hubo dos personas más heridas de bala (entre ellas un primo de da Costa, de nombre Neicer Arellano), pero que la Fiscalía les adjudicó la figura de testigos y no de víctimas.
A su vez, denunció que el hecho de darle medida cautelar a siete acusados es una irregularidad, por tanto que la misma parte acusatoria lo solicitó sin coordinar con los abogados.
Se espera que el juicio, una vez sea reasignado el expediente que manejó el Juez Nelson Moncada, 48 de control, se llevará a cabo aproximadamente a mediados del mes de julio.
García concluyó informando que todos los acusados se declararon inocentes, alegando fundamentalmente que cuando llegaron ya Bassil había sido asesinado.
Sin embargo, finalizó con la siguiente frase: “La justicia está por verse y demostrarse, pero como dice el dicho: cuando la política entra al templo de la justicia, esta sale despavorida“.