(A Todo Momento) — Es increíble que en pleno siglo XXI estas historias sigan existiendo. Una víctima de la represión que viven los LGBT+ logró escapar del infierno que el gobierno de su país le hizo vivir. Luego de que este joven pudiera llegar a un lugar donde su vida no corriera peligro, decidió compartir lo que fue vivir en un ‘campo de concentración’ para gays.
Por Luis García | Homosensual
La represión que los LGBT+ viven en la actualidad aún persiste. A pesar de que la lucha por el reconocimiento de los derechos de la comunidad ha tenido avances importantes, esto no ha ocurrido en todo el mundo. Existen países donde la homosexualidad se castiga con la muerte. Y hay otros donde por ser gay se vive la muerte en vida.
Amin Dzhabrailov es un joven de 27 años originario de Chechenia. Amin fue uno de los hombres homosexuales torturados por el gobierno checheno. Luego de vivir un tormento en un ‘campo de concentración’ en su país, logró escapar y contó su historia a la revista Time.
Forzados a vivir como esclavos
El joven sobreviviente relató que todo comenzó cuando oficiales de la policía llegaron hasta el lugar donde trabajaba y lo detuvieron. De acuerdo con lo que Amin platicó a Time, ese fue el punto de partida para su tormento. Al llegar al lugar de detención, que Amin describió como un inmueble a las afueras de la ciudad, los oficiales lo torturaron para que confesara que era gay.
Entre los métodos de castigo utilizados estaban las descargas eléctricas. Esto lo hacía la policía con tal de que Amin aceptara su ‘culpabilidad’ y diera nombres de otros hombres gays. Al negarse a confesar, los oficiales llevaron al ‘inculpado’ a un cuarto donde lo único que había era una botella de plástico que Amin Dzhabrailov ocupaba como almohada.
En esta ‘prisión’, Amin se encontró con al menos otros 20 hombres detenidos por ser homosexuales. Además, durante los días que estuvo ahí, él y las otras personas fueron obligados a realizar trabajos forzados. Todo este martirio fue solo por ser gays.
El tormento en la libertad
Después de estar varios días recluido, la familia de Amin apareció en el lugar. Pero lejos de ser una esperanza, la situación se tornó peor. Los oficiales sentaron a los hermanos de Amin en una sala para decirles que deberían «deshacerse de la vergüenza que tenían en su familia».
Los hermanos de Amin lo llevaron con ellos pero todo había cambiado. Al salir del centro de detención, ninguno le habló o dirigió la mirada. La vida de este joven fue completamente destruida pues perdió a sus amigos y familia. Por esta razón decidió huir de su país para evitar más ataques y poner a salvo su vida.
No obstante, a pesar de que había sido liberado y ahora vivía en Rusia, el pánico seguía atacando a Amin. Durante varios meses no pudo salir de su habitación y tenía ataques de ansiedad que no le permitían llevar su vida de forma normal.
A pesar de todo este sufrimiento, Amin pudo comenzar de nuevo. Con la ayuda de Rainbow Railroad, una organización canadiense que lucha por los derechos de los LGBT+, él viajó a Estados Unidos, donde le brindaron el apoyo necesario para poder reiniciar su vida.
Amin Dzhabrailov dijo que decidió contar su historia a Time con la esperanza de crear conciencia y presión para que los gobiernos dejen de perseguir y torturar a las personas LGBT+ alrededor del mundo.