Jhon Quiroz, el presidente del concesionario La Venezolana, afirmo que la inspección y ocupación de su empresa se debe a que algunos políticos adeptos al gobierno quieren apoderarse del negocio de la ventas de carros chinos en Venezuela.
Quiroz, quien se encuentra en el extranjero prófugo de la justicia venezolana, informó que tras denunciar una red de extorsión donde se vieron involucrados militares del Fuerte Tiuna, autoridades ocuparon su compañía y lo acusaron de “estafador”.
El presidente de La Venezolana asegura tener pruebas suficientes para demostrar que el no ha estafado a nadie, a pesar de las múltiples acusaciones recibidas por las autoridades. No obstante, en el Ministerio Público cursa una investigación de la cual ha trascendido que casi seis mil personas fueron, presuntamente, víctimas de una oferta engañosa, al cancelar al menos el 30% del valor de un vehículo que hasta el sol de hoy no han recibido.
Al respecto, el presidente de Concesionaria La Venezolana, Jhon Quiroz, afirmó que la situación en la que se encuentra obedece “a una retaliación” de un diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y a una dirigente política colombiana con quienes rechazó asociarse; así como por denunciar supuestas extorsiones que hacían a nombre de su empresa, “un gerente de mi compañía en alianza con militares de Fuerte Tiuna”.
Quiroz acusa directamente a la exsenadora colombiana Piedad Córdoba, así como a un parlamentario chavista de la Asamblea Nacional (AN), de apellido Faría, de pretender adueñarse de la exclusividad que él tiene de la comercialización de carros chinos de las ensambladoras Zotye, Kawei y Brilliance.
Otro episodio, que según Quiroz provocó que su empresa fuese inspeccionada y posteriormente ocupada por el Gobierno Nacional, fue la denuncia que hizo sobre una presunta red de extorsión que montaron un ejecutivo de Concesionario La Venezolana y militares de Fuerte Tiuna, para asignar vehículos, previo pago de una “vacuna”. Menciona que al menos quinientas personas fueron “vacunadas”.
Quiroz dijo que esta semana estaba llegando de China, donde constató que ya están ensamblados dos mil carros de las empresas Zotye y Brilliance, “aparte de Kawei, que ya me tiene 700 camionetas ensambladas. También en otros puertos tengo 800 unidades esperando la solución de esta situación. Tomé la decisión de no seguir recibiendo más unidades en Venezuela debido a esta problemática”.
En resumen, señaló que ya hay al menos tres mil quinientas unidades ensambladas, “que de no ser por estos problemas estarían listas para ser entregadas, porque hay que trasladarlas desde China, lo que tarda aproximadamente 60 días, sin embargo, como tengo las cuentas congeladas no hemos podido seguir con las operaciones”.
Según Quiroz, está dispuesto a volver al país “y someterme a la justicia venezolana, siempre y cuando se me garantice mi derecho a la defensa”.
Con Información de La Voz.