(A Todo Momento) — La crisis de la electricidad en Venezuela ha golpeado con especial crueldad al estado occidental Zulia, una situación que empeorado la ya de por sí inguantable crisis económica y humanitaria que ha forzado a millones de venezolanos al exilio.
Por Luis Fernando Herrera | Noticia al Día
Iluminada apenas por unos cuantos rayos de la luz del Sol que atraviesan por su ventana para darle un poco de vida a las cuatro paredes inertes y oscuras de su habitación y en la que debe pasar las 24 horas del día está Carmen Hernández, una habitante de una de las barriadas al norte de Maracaibo.
Ella, al igual que los demás ciudadanos, está sumida bajo el castigo de la electricidad. Más de 12 horas puede pasar esperando que los aplausos y gritos de los vecinos de la cuadra anuncien la reposición de la electricidad, y así mermar el calor, la ceguera que deja la oscuridad y sobre todo retomar la ligera calma por unos minutos, hasta que un bajón vuelva a apagarlo todo.
De los rayos a la oscuridad
Para retratar la realidad que viven los zulianos -con respecto al tema eléctrico-Noticia al Día muestra el testimonio de la señora Carmen, quien es una de los miles de zulianos que encabeza la lista de desesperación. Para ella es más agonizante la ansiedad por el servicio eléctrico, pues una fractura de fémur la tiene postrada en una cama, imposibilitándole siquiera poder levantarse.
“Claro mucho calor, en el mediodía eso no se aguanta el calor (…) yo no me paro de la cama, esta pierna no la puedo mover (…) tengo dos abanicos, pero como voy a estar prendiendo si esta oscuro eso”, son parte de las palabras de Carmen.
No hay cómo solucionar
Edison Hernández, uno de sus hijos, es quien la acompaña, él está desempleado, por lo que debe abocarse día y noche al cuidado de su madre, sobre todo para atender cuando los susurros de sed y hambre atraviesan las paredes.
“Aquí lo que hay es hambre, se sufre con el agua, con la comida, estamos hasta 12 horas sin electricidad, mi mamá no puede estar tanto tiempo sin electricidad porque ella está encerrada en cuarto, ya que se cayó, se partió el fémur y no puede caminar”, dijo Hernández mientras revolvía lo que quedó del almuerzo del día anterior para comer el día de hoy.
El miedo a otro apagón
En el Zulia durante las últimas fechas lo que era un racionamiento eléctrico por bloques de seis horas con electricidad por seis sin servicio, no se está cumpliendo, extendiéndose a más de 12 horas en medio de la oscuridad. Las continuas fallas y explosiones en las subestaciones revive la agonía que se vivió en marzo de este, el mes más oscuro de la historia venezolana.