(A Todo Momento) — La joven venezolana Linda Loaiza López, torturada, mutilada, violada y agredida durante un secuestro de cuatro meses, levanta la voz para luchar contra la impunidad y la violencia de género en su país durante una audiencia en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
A sus 18 años, el 27 de marzo de 2001, Linda fue secuestrada por un hombre que le propinó golpes de tal intensidad que la tuvieron que operar más de 15 veces y estuvo hospitalizada durante un año para las reconstrucciones en su rostro.
Su caso llega a una audiencia pública a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ubicada en San José, como una muestra más de su lucha contra la impunidad de su caso y de las víctimas de violencia sexual y de género en su país y América Latina.
“Siento gran responsabilidad y un compromiso por alzar la voz de muchas mujeres que aún temen realizar sus denuncias y además por esas voces a las que las heridas o los maltratos las llevaron a una tumba y nunca pudieron hablar”, explicó en entrevista con Efe Linda Loaiza.
Testimonio en la audiencia
Durante la audiencia ante la CIDH, Linda Loaiza ha relatado los difíciles momento que vivió durante su secuestro de cinco meses, donde detalló las diferentes mutilaciones y abusos sexuales en su contra por parte de su agresor”.
Linda afirma que su agresor trabajó en complicidad con las instituciones venezolanas, se basó en la argumentación de que el sujeto en cuestión tenía conocimiento de las denuncias que realizaba su hermana durante su desaparición.
“Estuve durante casi cuatro meses cautiva y sometida a torturas y violación”, reiteró Linda durante la audiencia. De igual manera, explico que aparte de todas las violaciones y daños físicos a la que fue expuesta durante el sucuestro, afirma que comia lo que el agresor le sobraba y siempre estuvo atada con esposas.
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Luego de cinco largos meses, explicó como logró escapar de su cautiverio. “El agresor me dejó tirada en una cama y pude arrastrarme hasta un ventanal, pude abrirlo y fue cuando grité y los vecinos llamaron a la policía”.
Con respecto a las diferentes denuncias que realizaba su familia tras su desaparición, el agresor amenazó con secuestrar a su hermana por haber hecho la denuncia y cada vez que su hermana iba a la policia las agresiones aumentaban.
“Yo no quería que mi hermana denunciara más porque cada vez que lo hacia aumentaban las agresiones y sentía mucho dolor, solo quería que parara”, explicó Linda.
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Linda Loaiza afirma que su proceso de recuperación desde el 20 de julio de 2001 ha sido muy difícil y traumático, la cual incluía una reconstrucción de genitales. “Me han sometido a más de 15 operaciones para poder reconstruir mi cara”.
Tales vejaciones en su contra la dejaron incapacitada para poder ingerir alimentos sólidos.
Denuncia y persecución pro parte de las instituciones
Durante su primera fase de recuperación, Linda estuvo sometida a realizar varias declaraciones por parte de la fiscalia, una funcionaria visitaba a la víctima y le tomaba su manifestación de los hechos.
Linda Loaiza fue obligada a firmar una declaración que nunca le permitieron leer. “Durante todo el proceso siempre estuve sometida a amenazas”, afirmó Linda.
“Desde el primer momento estuve amenazada por grandes personalidades de Venezuela, como el Vicepresidente de la República”, denunció Linda.
La víctima también aseguró que a pesar de todas las pruebas presentadas el Estado Venezolano dictó sentencia de absolución contra su agresión. “Hay evidencia que estuve casi muerta”, manifestó con dolor frente de la CIDH. “Hubo otros casos contra este agresor y nunca se hizo nada solo porque el era el hijo del rector de la Universidad Nacional Abierta”.
Justicia
Linda Loaiza exige ante la CIDH que el Estado Venezolano sea declarado responsable por la falta de garantías penales durante su proceso y repare los daños.