(A Todo Momento) — Desde el ilegal llamado a la elección de la Asamblea Constituyente en el 2017, sin consultar la voluntad popular, no había habido al interior de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) tal rechazo por alguna decisión como la que acaba de ocurrir con la reforma a la Ley Orgánica de la institución castrense.
Por Sebastiana Barráez | Infobae
El ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, hizo la solicitud de reforma ante la Constituyente solicitando una figura que no existe en la jurisdicción legal venezolana, como es la Ley Constitucional.
Le preguntamos a un respetado vicealmirante qué consideración hace en relación con esa reforma y responde, en referencia a quienes la han promovido y aprobado, “tamaños irresponsables”, a la vez que manifiesta que el tema de la Milicia, si se consolida, “en mi opinión sería un paso adelante hacia el proceso formal de sustitución de la Fuerza Armada por un cuerpo paramilitar, no profesional, más fácil de manejar y con procesos de reclutamiento politizados”.
Explica que “para la izquierda radical las Fuerzas Armadas orgánicas y profesionales son una piedra en el zapato. Véase el caso de la relación en España entre las FAN y las FFCCSS con los partidos de izquierda. En el caso venezolano no fue un proceso revolucionario iniciado mediante el uso de la fuerza, sino que se valió de instrumentos democráticos para llegar al poder; una vez que se sirvió de ellos éstos han sido desmantelados o reconfigurados a su medida”.
Es por ello, según dice que “la Fuerza Armada ha sido uno de los pilares que ha sido más difícil de derribar por su elevada complejidad. Es más fácil, por ejemplo, desmantelar el poder judicial o electoral valiéndose de argucias legislativas, como lo hicieron cuando (el chavismo) dominaba la Asamblea Nacional”.
“Sin embargo, si recuerda, la modificación de la LOFAN fue más lenta y progresiva, creo que es la cuarta modificación; en cada una se va avanzando en sus propósitos políticos, pero tratando de mantener visos de constitucionalidad, con la intención de no generar choque”.
A estas alturas, según dice, en el Gobierno de turno “creo que ya deben haber evaluado que los bajísimos niveles de apresto operacional, la desmoralización del personal, la atomización del mando, los altos niveles de deserción y de bajas, entre otros aspectos, permiten dar este paso”.
Impiden la transición
“El siguiente paso debe ser la reducción sistemática de cada uno de los componentes hasta quedar convertidos en entes burocráticos, sin capacidad operativa mientras, paralelamente y siguiendo el mismo manual, ‘muy discreta y progresivamente’, la Milicia, ya formalmente parte de la FAN, se irá fortaleciendo”.
Ese fortalecimiento a su juicio se hará por dos vías. “Una, a través de un plan propio que incluya equipamiento y reclutamiento con los perfiles estrictamente partidistas, y la otra vía es vaciando a los componentes de medios, instalaciones y responsabilidades las cuales poco a poco irán migrando a la Milicia; cuando esto sea irreversible, el régimen habrá alcanzado el clímax de su dominio del país”.
Ese es el momento que el Gobierno espera, según explica el Vicealmirante, porque entonces “será verdaderamente difícil una transición. Ya no habrá un equilibrio de fuerza entre la FAN y la Milicia, el cual fue su objetivo primario, pasará a tener el monopolio absoluto de la fuerza al servicio del régimen, receta indispensable para sostener un gobierno de estas características. Creo que esa es la estrategia del régimen”, dijo finalmente el Vice almirante.
Las deserciones son diarias
La opinión de otro militar de la Armada Bolivariana, un almirante en el exilio, es que “Se ha dado un paso temerario que por años se había negado, no sólo ‘legalizar’ las milicias, sino introducir, en una llamada e inventada Ley Orgánica Constitucional, imagino que adefesio del jurista Herman Escarrá, las reformas que fueron rechazadas en el 2007”.
Recuerda el alto oficial retirado que “entre los aspectos que fueron rechazados en la reforma impulsada por Chávez, está la doctrina militar comunista, esa aberración que se llama unión cívico militar y la defensa integral, además de agregar cantidad de adjetivos calificativos a la institución como FAN bolivariana, antioligárquica, antiimperialista, revolucionaria, socialista y chavista”.
El almirante expresa con pesar que “no sé si creer que aún hay una reserva institucional entre los militares”.
“El hecho de guardar silencio Interno ante lo ocurrido con esa reforma no implica que la institución esté perdida y haya una sumisión total al poder. La crisis continúa afectando a los militares, las deserciones aumentan diariamente y no hay futuro”.
Pide recordar que “los movimientos insurreccionales, ocurridos hasta el último en junio del 2019, han sido desmontados por delaciones y traiciones. Las torturas a los militares las filtran desde adentro, es un mensaje para los militares, igual que la muerte ordenada del Capitán de Fragata Rafael Acosta Arévalo”.