(A Todo Momento) — Haifa El Aissami inició su carrera dentro del régimen chavista como juez y fiscal, con el ascenso de su hermano Tareck en el poder, fue nombrada embajadora de Venezuela en el Reino de los Países Bajos (Holanda), en donde se ha mantenido como diplomática durante el mandato de Nicolás Maduro.
En una nota publicada en el diario ABC se advirtió la importancia de Haifa en La Haya, donde está la sede del la Corte Penal Internacional. Como funcionaria, su función sería abogar por Nicolás Maduro y sus dirigentes para evitar que inicie un proceso judicial contra ellos por la comisión de delitos de lesa humanidad; sea por la brutal represión en las protestas de 2017 o por descuidar a los ciudadanos frente a la crisis económica.
Cuando algún vocero del régimen va a La Haya, para el evento que sea, Haifa es la anfitriona, la que guía a los recién llegados y los presenta a otros funcionarios internacionales. Una de estas figuras es Maikel Moreno, presidente de un Tribunal Supremo de Justicia que en 2017 mostró abiertamente su afinidad con Maduro y le quitó sus funciones al Parlamento (de mayoría opositora).
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El magistrado difundió en su cuenta de Twitter fotografías de sus encuentros con representantes judiciales en la CPI y explicó que fue invitado por el presidente de la Corte, Chile Eboe-Osuji, con motivo del aniversario de la aprobación del Estatuto de Roma.
Me acompañan en La Haya el vicepresidente de la Sala Político Administrativa del TSJ e inspector general de Tribunales, magistrado Marco Antonio Medina Salas, y la embajadora de Venezuela ante la CPI y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, Dra. Haifa Aissami pic.twitter.com/b8zfgOj3je
— Maikel Moreno (@MaikelMorenoTSJ) July 17, 2018
Moreno, uno de los magistrados más mediáticos del país, se muestra en varias fotografías e insiste en la buena relación con sus pares del mundo. El gesto denota cierta intensión de sentirse legitimado, una táctica que el dirigente ha mantenido desde su nombramiento en febrero de 2017.
Haifa El Aissami, quien actualmente representa al régimen en la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAC), fue útil para extender la influencia de Moreno en La Haya.
El vínculo cercano entre el Ejecutivo y el Poder Judicial evidencia la violación de la Constitución venezolana, que establece la separación de poderes y la autonomía de estos como un principio fundamental.