(A Todo Momento) — Elliott Abrams, enviado especial de Estados Unidos para la política hacia Venezuela, ofreció una conferencia de prensa el viernes donde afirmó que el apoyo de Rusia al régimen chavista de Nicolás Maduro en Venezuela, no será gratis.
Por Voz de América
“Los rusos pronto descubrirán que su continuo apoyo a Maduro ya no será gratuito”, afirmó Abrams.
Gracias a la crisis que se vive en Venezuela, según Abrams, Rusia ha ganado financieramente. “Durante el año pasado, ha tomado sin duda más de 2.000 millones de dólares de Venezuela”, asegura.
Las declaraciones surgen en el marco de la visita del canciller ruso, Serguei Lavrov, a Caracas, que inició el viernes y en la que se reunión con Maduro y funcionarios de su régimen e integrantes de la denominada Mesa de Diálogo Nacional, en la que participan partidos minoritarios de la supuesta oposición.
El representante agregó que se aplicarán más acciones y medidas adicionales, en las próximas semanas. “que demuestran la seriedad de nuestras intenciones en Venezuela”.
Aunque Elliott no dio detalles sobre esas medidas que anunciarán o si será incluida la empresa petrolera rusa Rosneft sí dijo que se ha mencionado.
“Otros funcionarios del gobierno y yo estamos estudiando el rol de Roftne, que ha crecido bastante el año pasado”, dijo el funcionario.
La advertencia de Abrams incluyó a otros países que apoyan a Maduro. “Los que continúan beneficiándose o apoyando a Maduro deberían tomar precauciones”, aseguró. Entre los países que aún mantienen un apoyo al régimen se encuentran China, Rusia y Turquía.
Maduro y su futuro
Frente a si Estados Unidos establecería garantías a Nicolás Maduro, si este accede a dejar el poder, Abrams señaló que Maduro “tiene que decidir qué destino quiere para él mismo y su familia. Y hasta la fecha parece que Maduro cree que puede gobernar en Caracas para siempre, cien años más”.
“Nuestro consejo a Maduro es pensar un poco más seriamente en su futuro personal. Porque otro futuro llegará. No será en el Palacio Miraflores para siempre”, agregó.
Para el funcionario estadounidense, el siguiente paso en la estrategia de Estados Unidos para sacar a Nicolás Maduro de Miraflores, “es la unidad de la coalición. Más presión contra el régimen”.
Y añadió que “la acogida” de Guaidó en el discurso del Estado de la Nación “fue un recordatorio que el apoyo a él” y a Venezuela “siguen siendo un asunto completamente bipartidista en Washington”.
Es más, insistió en que Maduro no está firme y cuestionó acciones de las que ha hablado el presidente en disputa como la dolarización, la venta de PDVSA y las calificó como “una forma de debilidad”.
Aclaró incluso que, aunque mantienen contactos “con gente en Caracas a niveles más bajos, no existen con el régimen”.