En Culiacán, Sinaloa, un hospital improvisado ofrece a los pacientes de Covid-19 oxígeno y tratamiento médico.
La jefa de salud municipal, Martha Alicia Torres, dirige el covitario, que todavía tiene un piso de tierra y no tiene techo.
Torres, que lleva tres mascarillas, dijo que la idea nació de la necesidad. La idea surgió hace un año, cuando los trabajadores de la administración local que no tenían seguridad social eran rechazados de los hospitales públicos y no sabían cómo cuidarse… Meses después empezamos a recibir a gente sin medios y fue entonces cuando las consultas aumentaron a 90 al día, dijo.
Calcula que unos 5.000 pacientes han pasado por el covitario, llegando desde las 4 de la mañana para asegurarse una cita.
Sin embargo, el hospital funciona con recursos escasos, dijo Torres. Son tantos los pacientes que acuden al covitario que no hay suficientes medicamentos. Hoy es cuando se necesita la ayuda de los políticos que prometieron todo en la campaña… ¿A dónde más va a ir la gente si los hospitales de Culiacán están llenos?, dijo.
El hospital comunitario sobrevive gracias al apoyo de otros profesionales de la medicina, como la enfermera Rocío Gastelum, que ayuda en sus días libres en el Hospital General. Gastelum dijo que tenía una deuda con Torres. Dos de mis familiares se enfermaron y el doctor Torres los salvó, por eso estoy aquí, dijo.
Otros voluntarios que recogen los medicamentos de Covid-19 en el centro de la ciudad también han sido fundamentales en la operación. La activista Martha Camacho dijo que quería retribuir. Me enteré del covitario porque una hija contrajo el Covid-19 y ahí recibió toda la ayuda para recuperarse.
Gabriel, de 27 años, es paciente actual del covitario después de que no pudiera ser atendido en un hospital público, y sostiene que ha sido bien atendido por Torres y compañía. Llevo siete días enfermo y no he dejado de asistir a mis citas con el doctor Torres, dijo.
Sinaloa es uno de los siete estados que están en rojo en el mapa del semáforo de coronavirus, según datos federales.
Ha sido el quinto peor estado en términos de muertes por cada 100.000 habitantes en el transcurso de la pandemia.