Los fabricantes de armas de Estados Unidos acusaron el miércoles al gobierno mexicano de buscar un chivo expiatorio al presentar una demanda civil en la que se les acusa de haber incurrido en prácticas negligentes que han propiciado el tráfico ilegal de armas y los homicidios.
La Asociación Nacional del Comercio de Armas de Fuego (NSSF) dijo que las acusaciones de tráfico transfronterizo de armas al por mayor eran patentemente y demostrablemente falsas.
Estas acusaciones carecen de fundamento, dijo el portavoz de la NSSF, Lawrence Keane. El gobierno mexicano es responsable del crimen y la corrupción desenfrenados dentro de sus propias fronteras. La actividad criminal de México es un resultado directo del comercio de drogas ilícitas, el tráfico de personas y los cárteles del crimen organizado que asolan a los ciudadanos de México. Son estos cárteles los que hacen un mal uso de las armas de fuego importadas ilegalmente a México o robadas a las fuerzas armadas y policiales mexicanas.
En lugar de buscar un chivo expiatorio para las empresas estadounidenses respetuosas de la ley, las autoridades mexicanas deben centrar sus esfuerzos en llevar a los cárteles ante la justicia.
La asociación dijo que todas las armas de fuego vendidas al por menor en los Estados Unidos se venden de acuerdo con las leyes federales y estatales, con una verificación de antecedentes del FBI.
México presentó la demanda el miércoles contra 11 fabricantes en un tribunal federal de Boston, alegando que ellos y otros fabricantes de armas sabían que sus prácticas comerciales provocaban el tráfico ilegal de armas en México.
Un estudio gubernamental publicado el año pasado afirmaba que unos 2,5 millones de armas ilícitas han cruzado la frontera con México en la última década.
Los fabricantes de armas refutaron esas cifras, alegando que se había verificado que menos del 12% de las armas incautadas por México en 2008 procedían de EE.UU. También acusaron a los soldados mexicanos de desertar para trabajar para los cárteles de la droga, llevándose sus rifles fabricados en EE.UU.
Las armas utilizadas por los cárteles mexicanos también proceden de Centroamérica y China, dijeron.
El jueves por la mañana, el presidente López Obrador defendió la demanda y acusó a los fabricantes de armas de proporcionar al crimen organizado armas hechas a medida.
Dijo que la intención no era cuestionar el derecho de los ciudadanos estadounidenses a llevar armas, sino fomentar los controles sobre su fabricación y venta.