Era el año 1821 y el jefe militar mexicano Agustín de Iturbide acababa de firmar el documento que daba a México su independencia de España.
Al paso de Iturbide y su ejército por Puebla, las monjas del convento de Santa Mónica decidieron servirle una comida especial para celebrar su nueva patria, y así nació el chile en nogada. Ahora, 200 años después, Puebla celebra el plato con diversas festividades desde ahora hasta el 15 de septiembre.
El plato tradicional de Puebla presenta los colores de la bandera mexicana: chiles verdes rellenos de carne y fruta en una salsa blanca a base de nueces, adornada con granos de granada rojos. Para celebrar el plato tricolor, Puebla ha organizado clases magistrales con chefs internacionales, festivales gastronómicos en Calpan y Tehuacán, y la develación de una placa conmemorativa, entre otras actividades.
Se proyectará un documental sobre el chile en nogada y el plato participará en el festival internacional del chile de Nueva York. El periodo de festejos también incluirá la publicación de un libro sobre el tema, una exposición itinerante sobre el origen de los ingredientes y, para cerrar con broche de oro, un concierto de la orquesta sinfónica del estado.
Y el chile en nogada no es sólo una deliciosa especialidad local. También aporta beneficios económicos a la región, según la presidenta de la Asociación de Restaurantes de Puebla, Olga Mendéz. Dijo que más de 15.000 restaurantes en Puebla sirven el plato y que en 2021, la venta de chile en nogada traerá 800 millones de pesos (40,5 millones de dólares).
Otros estados, como Querétaro, Oaxaca y el estado de México, han manifestado su interés por promover el platillo entre sus habitantes, lo que ha llevado a la asociación de restaurantes a ofrecer presentaciones sobre el método poblano de preparación del chile en nogada, para que más personas puedan disfrutar de una sabrosa parte de la historia de México.