La pesca ilegal en siete zonas protegidas está poniendo en peligro a especies en peligro de extinción, según ha revelado una ONG estadounidense.
Un estudio de Oceana muestra que al menos 236 embarcaciones mexicanas han invadido áreas marinas protegidas y zonas de refugio pesquero desde 2012, poniendo en peligro especies de tortugas, tiburones, peces y otras especies marinas, y que el 10% de todas las embarcaciones registradas desde ese año podrían haber incurrido en violaciones.
La prohibición de la pesca comercial en determinadas zonas permite que las especies se reproduzcan y desarrollen, antes de migrar a las zonas donde se permite la pesca.
El informe revela que la zona más afectada es el Arrecife del Alacrán, frente a Yucatán, donde se registraron 106 embarcaciones en un lugar donde no se permite ningún tipo de pesca. El arrecife es la mayor estructura coralina del sur del Golfo de México, y alberga cuatro especies de tortugas en peligro de extinción, 136 especies de peces y 24 de tiburones.
Se detectaron 60 embarcaciones en el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano y 47 en la Reserva de la Biosfera Islas María, frente a Nayarit.
En Baja California Sur se ha registrado pesca ilegal en Punta Coyo, Isla Guadalupe, en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, en los Parques Nacionales de Revillagigedo y en aguas profundas del Pacífico.
Oceana utilizó una plataforma llamada Global Fishing Watch (GFW) para llevar a cabo su investigación; se trata de una plataforma cartográfica gratuita que desarrolló con Google y que muestra las actividades de más de 70.000 buques pesqueros en todo el mundo.
La directora de Oceana, Renata Terrazas, instó a las autoridades a utilizar la herramienta GFW. Invitamos a la Conapesca [la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca] a utilizar esta herramienta que facilita el trabajo de todas las autoridades involucradas en la vigilancia de nuestros mares, dijo.
Mariana Aziz, directora de campañas de Oceana, afirmó que la transparencia es fundamental para proteger las especies amenazadas. Saber lo que ocurre en el mar es fundamental para proteger su biodiversidad. Una de las principales amenazas es la pesca ilegal. Para combatirla hay que hacer más transparente la actividad pesquera, y poner esa información a disposición de las instituciones que deben hacer las operaciones de patrullaje, como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, dijo.