El presidente López Obrador entregó oficialmente este lunes el control de la Dirección General de Puertos y Marina Mercante a la Secretaría de Marina (Semar).
El departamento era administrado anteriormente por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, pero el gobierno federal decidió el año pasado entregarlo a la Marina, una medida que provocó la renuncia del ex secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú.
López Obrador formalizó el traspaso en una ceremonia en la ciudad portuaria de Veracruz para conmemorar el Día de la Marina de México. Dijo que la marina es la institución mejor preparada para defender a México y combatir la importación de drogas ilegales a través de los puertos del país.
El secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis, dijo que el proceso de entrega de los puertos a la Semar fue fluido.
Hoy, 1 de junio, estamos completando una entrega impecable de la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante a las autoridades de la Semar, dijo.
Podemos informarle [Sr. Presidente] que hemos cumplido con su instrucción y estamos absolutamente convencidos de que la operación de los puertos está en las mejores manos.
El jefe de la Marina, José Rafael Ojeda, se comprometió a acabar con la corrupción en los puertos y aduanas marítimas de México.
Vamos a centrarnos en erradicar cualquier acto de corrupción y mala gestión, dijo antes de descartar cualquier posibilidad de que se militaricen los puertos del país.
Ojeda dijo que el personal que gestionará los puertos no serán funcionarios improvisados, sino profesionales altamente capacitados para llevar a cabo las tareas que el presidente ha encomendado a la Armada.
… Habrá… cambios en la administración de los puertos para hacer más eficiente su operación. En la parte aduanera, nos comprometemos a llevar a cabo una administración libre de corrupción y por supuesto muy eficiente; el comercio exterior no se verá afectado, dijo.
López Obrador ha justificado su decisión de dar a la Marina el control de los puertos diciendo que está mejor situada para erradicar la corrupción de larga data. Desde que asumió el cargo a finales de 2018, ha delegado una serie de tareas no tradicionales a las fuerzas armadas, incluyendo la seguridad pública, la construcción de infraestructuras y la entrega de vacunas Covid-19. El presidente anunció el mes pasado que la marina también recibirá el control del nuevo corredor comercial del Istmo de Tehuantepec una vez que esté terminado.
López Obrador ha defendido su fuerte dependencia de las fuerzas armadas, presentando a los militares como una institución honesta y un aliado esencial en la lucha contra la corrupción.