Tanto la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) han elevado las previsiones de crecimiento de México para 2021, aunque con tasas diferentes.
Pero ambos son motivo de optimismo: la OCDE ha elevado el crecimiento previsto en un 0,5%, hasta el 5%, y el Ministerio espera un crecimiento del 6,5%, frente a un pronóstico de abril del 5,3%.
La OCDE también espera que el PIB de México crezca un 3,2% en 2021, un aumento del 0,2%.
Las tasas de crecimiento revisadas son en gran parte el resultado de un efecto palanca de Estados Unidos, que se prevé que importe más bienes industriales, ayudado por un paquete de rescate de 1,9 billones de dólares. Las exportaciones mexicanas ya han vuelto a los niveles anteriores a la pandemia.
El viceministro de Finanzas y Crédito Público, Gabriel Yorio, citó la confianza en el programa de vacunación como una razón para el mejor pronóstico.
Añadió que la pandemia había puesto de manifiesto las vulnerabilidades de una economía con una amplia brecha social, un gran sector informal y barreras a la asimilación digital.
La OCDE abordó en sus recomendaciones algunos de esos problemas sociales a los que se enfrenta la economía. Acelerar la campaña de vacunación es crucial para revitalizar la recuperación. Un mayor apoyo a los ingresos y a la formación ayudaría a los trabajadores más afectados, tanto en el sector informal como en el formal. Ampliar el acceso a las guarderías facilitaría la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo…, dice el informe.
El informe también señala la importancia de impulsar la inversión privada mediante la reducción de las barreras normativas.
La OCDE espera que el PIB mundial crezca un 5,8% este año, un 0,2% más, y un 4,4% en 2022, un 0,4% más que las previsiones anteriores. El paquete de estímulo de 1,9 billones de dólares de Estados Unidos podría impulsar el PIB de Canadá y México hasta en un 1%, y el PIB mundial en la misma proporción.