El joven de 15 años que presuntamente fue agredido sexualmente por un legislador de Morena dijo esta semana que está buscando justicia para evitar que haya más víctimas.
Christopher, cuyo apellido no se ha facilitado, afirma que el diputado federal Benjamín Saúl Huerta lo drogó en un bar de Ciudad de México el 21 de abril antes de llevarlo a un hotel donde sufrió abusos sexuales. El 5 de mayo fue dado de alta de una semana en un hospital psiquiátrico.
Huerta fue detenido ese mismo día, pero fue liberado poco después, al estar protegido por el fuero, que da inmunidad a los legisladores. Desde la liberación de Huerta, la investigación se ha ampliado a nuevos denunciantes que han relatado hechos similares.
Christopher compareció ayer ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal con el rostro cubierto, junto a sus padres y su abogado.
Lo que quiero ahora mismo es justicia. Lo único que quiero es que no haya más víctimas, dijo en una entrevista, añadiendo que sigue recibiendo atención psicológica y que tiene todo el apoyo de su familia.
Confirmó que se ha recuperado físicamente de los abusos, y está satisfecho con la conducta de la Fiscalía General del Estado desde que se asignó un nuevo fiscal al caso.
Sin embargo, dice que echa de menos su vida anterior en Puebla. La familia de Christopher dice que no puede volver a su casa debido a las amenazas que recibe.
Su madre, María, detalló las amenazas que enfrenta la familia. Es imposible que regrese a Puebla, no tengo trabajo y en el mercado nos dijeron que no nos quieren ver ahí porque la gente tiene miedo, dijo.
Añadió que han recibido amenazas por teléfono y mensajes de texto, y que sus direcciones han sido identificadas. Nos dijeron que teníamos que parar la denuncia porque si no nos iban a matar, dijo.
La familia dice que el nuevo fiscal intentará ahora presentar el cargo de violación contra el legislador, en lugar del cargo menor de acoso sexual.